jueves, 28 de enero de 2010

JEFA(E)S PERVERSA(O)S Y ACOSADORA(E)S





JEFA(E)S PERVERSA(O)S Y ACOSADORA(E)S

Reflexión dedicada a mi amiga Ana.

Las ansias de poder y la perversidad provocan que nazca la violencia y el acoso hacia lo(a)s empleado(a)s, sin importar su sexo, condición socioeconómica, filiación política o ideológica; pero lo más común es que se ensañe contra el más débil o con el empleado que no se pliega ciegamente a los deseos del jefe o directivo perverso y acosador.

Se entiende por acoso laboral, cualquier manifestación de conductas abusivas, especialmente, los comportamientos, palabras, actos o gestos que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad, integridad física o moral de un individuo, su empleo, o la degradación del clima laboral en el que se desempeña.

Este acoso laboral, no sólo afecta al trabajo y la productividad del empleado o subordinado, sino que también favorece el ausentismo y el desgaste físico y psicológico de quien lo padece. Esta guerra psicológica desigual a la que se ve sometid(o)a el empleado acosado(a) o abusado(a) incluye dos fenómenos: Uno de ellos es el abuso de poder, otro más es, la manipulación perversa.

El acoso se produce progresivamente, pues la jefa o el jefe perverso lo va dosificando maquiavélicamente, de tal manera que la personalidad del empleado o empleada se va trastornando cada vez más, en la medida en que pasando los días en que es sometido a tal acoso.

En situaciones de crisis, el empleado o empleada acosada, tiende a dar lo peor de sí mismo, llora sin aparente motivo, hace “panchos”, ataca a sus compañeros sin aparente motivo, etc., del tal suerte que el empleado(a) acosado(a) se ve envuelto en un circulo vicioso del que difícilmente puede salir.

El acoso empieza cuando el empleado o empleada reacciona contra el autoritarismo de su jefe(a) y no se deja avasallar. Eso le convierte en blanco del acoso de sus superiores, quien lo empiezan a etiquetar como una “persona problemática”. Después, le sigue la descalificación sistemática, la cual es aprobada por los demás compañeros y compañeras de trabajo del empleado o empleada acosado.

Cuando el proceso de acoso inicia, se gesta también, todo un proceso en el cual el empleado o empleada es estigmatizado(a), (se dice que el trato con ella o el es difícil, que tiene mal carácter, que “no tiene lado, que está “loquito”, que no tiene disposición para trabajar, que no le gusta socializar, etc.), ya que por lo general, los demás miembros de la empresa empiezan a compartir la visión del jefe o jefa acosador(a).

Algunos jefes y jefas perversos y acosadore(a)s resultan incapaces de hacer que se respeten los derechos mínimos de los empleados ( así tengan doctorados o maestrías en desarrollo organizacional o en administración de recursos humanos, o en cualquier otra disciplina científica afín), por lo que en sus empresas o instituciones se arraigan polaridades discriminatorias, tales como el racismo (ahí viene la cubana o ese “oaxaquita” se cree galán), el machismo o sexismo (tenía que ser “vieja” o ahí viene la “marimacha” o el amanerado), religiosas ( ese tipo es un “persignado”), etc.

El acoso puede ser suscitado también por envidias (caso de jóvenes titulados, que al entrar a laborar en la empresa o institución, son menospreciados por los empleados o superiores de mayor antigüedad o nivel académico).

Las agresiones entre compañero(a)s también pueden surgir de enemistades personales y del deseo de destacar o escalar posiciones a costa del compañero(a). A lo anterior, podemos decir que los conflictos entre compañeros(a) son difíciles de gestionar, sin embargo, no son imposibles de ser tratados, empero, se requiere la combinación de una alta dosis de inteligencia emocional y de conocimientos científicos en materia de recursos humanos, para poder dirigir adecuadamente a las y los empleados y mantenerlo(a)s permanentemente motivado(a)s con la visión y misión de la empresa o institución.

Ahora bien, también, puede darse el caso de que un superior pueda ser agredido(a) o acosado(a) por sus subordinados(a); cuestión que es menos frecuente que la anterior. Esto puede darse por ejemplo, en el caso de los empleado(a)s o jefe(a)s que vienen del exterior, cuyos estilos de trabajo o directivos no gustan, o bien, compañero(a)s ascendidos sin consulta previa por parte de la dirección, o cuando se formulan objetivos poco claros o contradictorios por parte del superior.

Tanto en el pasado como en la actualidad, el que un superior agreda a un subordinado es la situación más frecuente, por lo que estos, tienen que estar preparados para el momento en que se manifiesten los primeros síntomas del acoso laboral. En ocasiones, se puede tratar simplemente de un abuso de poder, cuando se hace un uso desmedido de la posición jerárquica, por lo que se acosa a los demás por miedo a perder el control ejercido hacia los de “abajo”.

Usualmente este tipo de abuso es ejercido por mandos intermedios, quienes temen ser rebasados por sus subalternos. Pero, también puede ser una maniobra perversa de un individuo para aplastar a los demás y destacar por encima de ellos; cosa que sucede cuando el superior intermedio “saluda con sombrero ajeno”, es decir, cuando se sirve del trabajo del subordinado, apareciendo como el autor de la idea o trabajo desarrollado.

El miedo al desempleo no explica por sí sólo el sometimiento de las víctimas. Los directivos o jefes acosadores lo utilizan para alcanzar un status de superioridad, como un aviso de advertencia que permanente quiere dejar sentado a propios y a extraños, haciéndoles saber que sólo sus “chicharrones” truenan en esa empresa o institución, advirtiendo constantemente a sus subordinados y jefes inferiores o pares, que “sólo el tiene autoridad para realizar los cambios que se requieren en la empresa, advirtiéndoles que de no ser así, serán amonestados en público, mínimamente.

Los jefes perversos, para mantener el poder utilizan diversas formas, todas ellas pueriles, como por ejemplo, rechazando o evitando la comunicación directa con sus empleados, evitando dar explicaciones der su actitud, pues de lo que se trata es de impedir que el otro piense, comprenda o actúe. También se puede recurrir a evitar el diálogo; ello es una forma de decir, que el otro no interesa o que sus opiniones son insignificantes o carentes de validez.

La situación se agrava cuando la víctima es propensa a culpabilizarse, diciéndose a sí mismo que “nada le sale bien”, que el es el culpable de que lo sancione el jefe. Es común, que el jefe perverso le señale al empleado acosado, que es un malagradecido, que siempre le ha ayudado y que ahora que necesita de su apoyo no está dispuesto a colaborar.

Con lo anterior, le hace sentir al empleado acosado, que tiene el deber de darle su apoyo sin poner condición alguna. Por lo regular, la agresión al empleado acosado o abusado, no tiene lugar abiertamente dado que se utiliza frecuentemente la comunicación no verbal, es decir la de “los valores entendidos”, de tal manera que la victima no se percate de que lo es y que no pueda así defenderse, puesto que así el jefe acosador puede argüir, “malinterpretaste las cosas•”, “te proyectaste” o bien, decir a los demás finalmente, “cuídense de esa persona”, creo que “es bipolar”, por lo que el empleado agredido o acosado finalmente termina teniendo serias dudas sobre sus propias percepciones de sí mismo y de los demás, con lo que a la postre, la víctima progresivamente renunciará a defenderse, o bien a sentirse cada vez más culpable.

Es común, que los empleados acosados o abusados, sean velada o abiertamente descalificados; esta descalificación se produce al no dirigirle la mirada o la palabra a esa persona cuando está haciendo uso de la voz o cuando está realizando alguna actividad (hacerle sentir como un cero a la izquierda), lanzándole bromas, burlas o sarcasmos como crítica indirecta. Cada palabra contiene un “doble sentido”, que se vuelve en contra la víctima elegida.

Para desacreditar, el jefe perverso y acosador pone en circulación un malentendido “un chisme”, que puede explotar en beneficio propio sembrando la duda en los demás, por lo que para hundir al otro, lo ridiculiza, lo humilla y lo cubre de sarcasmos hasta que logra que el empleado acosado pierda la confianza en sí mismo y termine pensando “nadie me quiere…todos me odian….mejor me como un gusanito..”.

Estas maniobras perversas, tienen su origen en compañeros envidiosos o en directivos que creen que la crítica destructiva e incesante, así como la humillación abierta o velada motivan a sus subordiandos, por lo que recurren sólos o en grupo, a darle “carrilla” a la víctima elegida.

Cuando la victima explota o es sacada de sus casillas, soltando el llanto o una “palabrota”, el victimario justifica su actuar, haciéndose pasar por la victima de un empleado malagradecido y traicionero. Es en este punto, donde el victimario llega al éxtasis, llegando a tal grado de creerse un semidiós o el mesías que la institución y el o los empleados esperaban.

Otra forma que utiliza el jefe acosador, es la de aislar al empleado, es decir romper sus alianzas, provocando con ello que el empleado acosado, en su soledad, no pueda rebelarse o le sea muy costoso o riesgoso hacerlo, sobre todo, sí se le hace creer que todos están contra él y que no vale nada.

Insinuaciones y preferencias declaradas o insinuadas, provocan celos, con lo que el agresor deja en manos de empleados envidiosos y sumisos la “tarea” de aislar a la víctima; tarea que este tipo de empleados asumen gustosos. El empleado acosado, aislado de los demás, come solo, no es invitado a las celebraciones, ni a ningún otro evento, bajo el argumento de que “para que te invitamos, sí nunca quieres asistir a las reuniones o eventos que organiza la empresa o institución”.

Si la agresión proviene de un superior, la víctima no recibe información, no es avisado de reuniones, quedando así aislado, como un “apestado” que está en cuarentena, lo cual le genera más tensión psicológica que el exceso de trabajo, volviéndose destructivo de sí mismo y de los demás. Por lo que así, queda a un paso de renunciar a la empresa o provocar su despido por violar el reglamento o el contrato laboral en un estallido de violencia o dejadez.

En el mejor de los casos, está a un paso de su renuncia voluntaria, sí es que tiene la antigüedad suficiente para ello. En ocasiones, el jefe acosador puede recurrir a encargarle al empleado acosado tareas inútiles o degradantes, fijarle objetivos imposibles de alcanzar, o provocándole accidentes laborales que dañen algún equipo o a sí mismo.

 El acoso sexual, no es algo que está vedado, por el contrario, es algo que está en constante acecho, sí es que la víctima es del gusto del jefe acosador. Existen diferentes categorías de acoso sexual: Si el jefe es mujer, puede decirle al subordinado piropos o insinuaciones sobre su apariencia física, mostrarse seductora invitándole a cenar o a bailar y, en casos extremos, se puede llegar a la violación sexual sí el jefe es hombre y el empleado o empleada acosado (a) no aceptó sus insinuaciones. Pero siempre, el punto de partida del que parte el jefe acosador es el poner en práctica el abuso de poder.

La agresión más evidente se genera cuando un superior aplasta con su poder a sus subordinados, con esto, un “jefecillo” acosador y abusador se revaloriza ante sus ojos y los de sus “achichincles”, quienes extasiados empiezan a adular a su jefe acosador y abusivo " es usted lo máximo... nadie prepara los hielitos como usted... hasta que ese tipo se encontró con la horma de sus zapatos, etc", o cualquier otra sarta de adulaciones.

Los subordinados, temiendo el despido no tienen más remedio que padecer su dominio o simular que se está con él, “en las buenas y en las malas”, en la creencia ficticia o real de que el jefe acosador “está bien posicionado” con los jefes de jefes.

Sin embargo, conviene tener presente que presionar a los subordinados es poco redituable para la empresa o institución en el mediano y largo plazo, por lo que hay que tomar en cuenta que una mano de obra feliz es más productiva, cosa contraria con lo que resulta de un empleado abusado y acosado.

Desde siempre ha existido el abuso de poder, pero ahora está más camuflado. Cuando un jefe perverso entra en un grupo tiende a reunir a su alrededor a los más dóciles “arrancándoles” su espíritu crítico y constructivo, si es que algún día lo tuvieron, induciéndoles a que no discutan sus órdenes, haciéndoles creer que “el jefe siempre tiene la razón”, o que es el que tiene la última palabra.

Si bien es cierto, que algunos empleados necesitan de una autoridad que les de órdenes para poder hacer las cosas, también es cierto que los jefes perversos utilizan esa condición en su propio beneficio y para hacer sufrir a los demás y que trabajen incondicionalmente a su servicio.

El objetivo de un jefe perverso es el poder, pues así logran sentirse realizados, de tal manera que siempre andan en busca de obtener algun puesto que les de autoridad ante los demás, (siempre quiere ser jefe, de que?… eso no importa…lo que importa es ser jefe, aunque no se tenga preparación ni vocación para ello... él quiere un “hueso”, de lo que sea, pero quiere ser el jefe), puesto con el que tapará sus deficiencias, ya que, utilizando el poder del puesto aparecerá como creador del producto de sus subordinados.

Para lograr lo anterior, necesita desembarazarse de quien amenace de alguna manera su posición o su carrera ascendente, inciando o acentuando su acoso y abuso.

Es una verdad de perogrullo, que el miedo genera obediencia o sumisión en la persona atacada o sometida a tensión psicológoica o fisica, por lo que el jefe perverso o acosador, someterá a su víctima a todo tipo de humillaciones, con tal de mantenerlo en constante miedo; cómo?: lanzándole indirectas de despido, señalandole que está en peligro su ascenso o su cambio de adscripción a áreas de trabajo menos riesgosas o más productivas; amenazandolo velada o abiertamente que no se le apoyará para que se le otorgue alguna prestación contractual, etc.

Un jefe perverso actúa con más facilidad en una empresa o institución desorganizada, mal estructurada , “deprimida” o en “vías de acreditación”. La técnica siempre resulta ser la misma: se utiliza la debilidad o ineptitud de otro y se le conduce a dudar de sí mismo hasta que cometa errores ella sola, teniéndola así en sus manos, para hacer de ella lo que se le antoje y lograr su ciega obediencia. Algunos jefes tratan a sus subordinados como si fuesen niños o cosas y piensan que pueden utilizarlos a su antojo.

Cuándo la víctima intenta rebelarse, se le anula hasta que pierda fuerza y confianza en sí misma. Lo anterior no sucede en una organización inteligente, pues en una empresa o institución que es dirigida por un jefe inteligente, sus directivos superiores, no cierran los ojos ante este tipo de problemas, por el contrario, los afrontan críticamente, fomentando la participación y el diálogo abierto y creador.

Debemos tener siempre presente que la perversión genera imitadores, por lo que a la larga, hasta el menor de los “achichincles” del jefe acosador, se comportan como él, de tal suerte que esta situación se convierte en algo cotidiano y común; esto es, que se trate a los empleados contrarios de forma denigrante.

La inestabilidad en el empleo (trabajadores temporales o de “confianza”), contribuye a que la arrogancia y el cinismo se conviertan en estilo de dirección; esto también es una verdad de perogrullo. Un individuo que ansía el poder a cualquier precio en una empresa o institución “patito”, puede manipular y destruir a otros con tal de conquistar o mantener el poder.

De lo anterior se desprende, que una empresa o institución que fomente métodos perversos para lograr abrir mercados o lograr la aceptación o la acreditación de la sociedad, de los gobernantes o de los organismos acreditadores, puede llegar a convertirse en un sistema o circulo perverso, contaminando con sus actos todo lo que está a su alcance, pues logra imponerse en el lugar de los hechos, aduciendo “que el fin justifica los medios”, de tal suerte que se está dispuesto a todo con tal de lograr sus fines ( aderezándolos con una lechada de nobleza), por lo que siempre se debe tener presente que el poder se constituye en un arma terrible y destructora cuando lo detenta una persona o un sistema perverso y acosador.


Culiacán, Sinaloa, Invierno de 2010

MARCO ANTONIO RODRIGUEZ CAMACHO

INVESTIGADORES PATITO EN CUERPOS ACADEMICOS PATITOS



CÓMO DISFRAZARSE DE UN INVESTIGADOR EXITOSO

POR: Dr. Miguel Ángel Barrón Meza, profesor de la UAM-Azcapotzalco

Hubo una época en que los profesores publicaban por el placer de contribuir, aunque fuera con un granito de arena, a su campo de conocimiento.

Actualmente, la investigación es un negocio como cualquier otro. Los vicios y las triquiñuelas que son comunes en la política y las empresas se están implantando cada vez con más con fuerza en prácticamente todas las instituciones de educación superior.

Las peleas en la investigación por recursos, puestos, plazas y espacios físicos se han transformado en luchas sordas, sin cuartel, y se llevan a cabo en terrenos en los que supuestamente deberían prevalecer la ética, la honestidad y el respeto a la libre manifestación de ideas.

Hoy en día es muy difícil distinguir a un investigador auténtico de uno farsante. Cualquiera que tenga un doctorado y sea medianamente inteligente es capaz de publicar una gran cantidad de artículos en revistas indexadas internacionales, en especial si tiene la habilidad de tejer alianzas con otros investigadores igual de ambiciosos e inescrupulosos que él o ella, al fin que lo que ahora cuenta es la cantidad de publicaciones, no su calidad.

No importa que lo que se publique nadie lo lea ni sirva para nada. Lo que importa es el dinero obtenido para adquirir costosas camionetas, carísimos departamentos y continuos viajes al extranjero, haciendo turismo académico y hospedándose en hoteles de cinco estrellas con coautores y amigos.

Para ciertos investigadores y grupos, los argumentos legaloides y las ideas darwinianas (subsistencia del más capaz), aunado a la falta de ética, justifican cualquier atropello a los derechos de los demás a disponer de espacios, presupuestos y plazas que les permitan desarrollar de manera adecuada sus actividades de docencia e investigación.

La rapiña de recursos de todo tipo, en el que el más ambicioso tira de la limitada cobija institucional, puede volverse la regla más que la excepción en las instituciones de educación superior si no se pone un freno a investigadores sin escrúpulos.

Si usted quiere disfrazarse de investigador exitoso le sugiero que lea cuidadosamente las siguientes obras:

  1. ‘El origen de las especies’, de Darwin (para justificar la supervivencia del más ambicioso, es decir, el más apto);

  2. ‘El príncipe’, de Maquiavelo (para quitarse molestos escrúpulos éticos o morales), y

  3. ‘El gatopardo’, de Lampedusa (para cambiar las cosas cuando alguien se lo exija pero al fin todo siga igual).

Además, debe seguir al pie de la letra las siguientes reglas (seguramente hay más):

1. Despójese de todo tipo de escrúpulos y vuélvase cínico. Usted debe estar dispuesto a conseguir a cualquier precio todas las becas y apoyos posibles, tanto internos como externos.

2. Haga alianzas con investigadores igual de arribistas que usted, de preferencia de otras instituciones para que su grupo parezca sólido e interinstitucional.

3. Incluya a sus amigos e incondicionales en sus artículos; eso le asegurará que ellos lo incluirán en los suyos y su productividad, aunque falsa, parecerá fabulosa.

4. Busque desesperadamente posiciones de poder (jefaturas, coordinaciones), para que desde ellas asigne presupuestos, plazas y proyectos a sí mismo y sus incondicionales.

5. Busque la complicidad —o la complacencia, al menos— de sus superiores jerárquicos. Ellos cubrirán cualquier resquicio por el que puedan filtrarse sus fallos.

6. Coloque a incondicionales (aunque no sean sus amigos) en puestos clave. La cadena mafiosa tendrá sus eslabones bien fortalecidos.

7. Proponga el mayor número de proyectos posible, y role como responsables a cada uno de sus incondicionales. Cada proyecto significa más dinero y más viajes al extranjero; la institución se convertirá en su agencia de viajes.

8. Olvídese de la ética y apodérese de espacios físicos que pertenecen a otros grupos de investigación menos ambiciosos; justifíquelo diciéndose a sí mismo y a los demás que el grupo que usted lidera es altamente productivo, y los demás, bueno, no valen la pena.

9. Pavonéese lo más que pueda de su productividad; los profesores ingenuos, y aquellos sin doctorado y sin publicaciones, lo considerarán un superdotado.

10. Piratee plazas de asistente de otros investigadores convenciendo a profesores ambiciosos jóvenes de que si se alían con usted progresarán de manera segura y rápida. Justifíquelo diciendo a los demás que nadie puede obligar a otro a trabajar con quien no desea, aunque se salgan del perfil para el cual fueron contratados.

11. Estudie razonablemente bien la legislación para que con argucias legaloides pueda justificar sus ambiciones y falta de ética.

12. Cuando sus subordinados se rebelen y lo llamen a cuentas, vaya a las reuniones con espíritu humilde y diga que sí a todo lo que le pidan. Pero por supuesto no sea tan ingenuo para cumplir lo que les promete. Practique el gatopardismo, es decir, haga cambios para que todo siga igual.

13. A los más críticos cumpla sus caprichos o págueles un viaje al extranjero para un congreso. Eso les callará la boca. Si no se callan y siguen protestando, diga que están locos o que le tienen envidia por su éxito.

Si conoce otras recomendaciones, compártalas ahora, sobre todo si son para defenderse de esta nueva especie.

EDUARDO GALEANO: EL ORIGEN CRIMINAL DEL MUNDO

EL MARXISMO EN AMERICA LATINA

CAMBIO CLIMATICO Y CAPITALISMO

DISCUROS DEL CHE EN LA ONU: 1964

DISCURSO DEL CHE EN LA ONU 1962

DISCURSO DEL CHE EN BAHIA DE COCHINOS: 1961

ENTREVISTA A EDUARDO GALEANO 1

ENTREVISTA A EDUARDO GALEANO 2

HACIA DONDE NOS CONDUCE LA GLOBALIZACION?

EL FIN DEL CAPITALISMO

ELECCIONES EN CUBA

¿En Cuba no hay elecciones?

MARX ANTE LOS RETOS DEL SIGLO XX1

MAQNIFIESTO COMUNISTA

APARATOS IDEOLOGICOS DE ESTADO: ALTHUSSER N 1

APARATOS IDEOLOGICOS DE ESTADO: ALTHUSSER 2

APARATOS IDEOLOGICOS DEL ESTADO: ALTHUSEER 3

CRIMINALIZACION DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

REDESCUBRIENDO A KARL MARX EN EPOCA DE CRISIS Y GLOBALIZACIÓN 8

REDESCUBRIENDO A KARL MARX EN EPOCA DE CRISIS Y GLOBALIZACION 7

REDESCUBRIENDO A KARL MARX EN EPOCA DE CRISIS Y GLOBALIZACION 6

REDESCUBRIENDO A KARL MARX EN EPOCA DE CRISIS Y GLOBALIZACION 5

REDESCUBRIENDO A KARL MARX EN EPOCA DE CRISIS Y GLOBALIZACION 4

REDESCUBRIENDO A KARL MARX EN EPOCA DE CRISIS Y GLOBALIZACION

REDESCUBRIENDO A KARL MARX EN EPOCA DE CRISIS Y GLOBALIZACION 2

REDESCUBRIENDO A KARL MARX EN EPOCA DE CRISIS Y GLOBALIZACION

EL FUTURO DE CUBA EN SU REVOLUCION

PROCESO DE PRODUCCION CAPITALISTA

LA PLUSVALIA

REGRESO A CUBA DESPUES DE GOZAR DEL SUEÑO AMERICANO


SOCIALISMO EN CUBA EN EL SIGLO XXI


HISTORIA DEL TERRORISMO "ACADÉMICO" EN LA UAS II


www.kaosenlared.net



Héctor Melesio Cuen Ojeda: La Historia del Terrorismo “académico” en la UAS (II/II)


Malandro
Para Kaos en la Red
3-10-2009


www.kaosenlared.net/noticia/hector-melesio-cuen-ojeda-historia-terrorismo-academico-uas-iiii



El Arribo del Pragmatismo a la UAS

El ascenso del pragmatismo en la Universidad Autónoma de Sinaloa coincidió plenamente con el modelo meritocrático impuesto por las medidas neoliberales a la educación superior, en un primer momento la “becas al desempeño académico” a partir de 1993, y posteriormente el modelo de certificación de la educación superior, estos dos mecanismos han permitido que se instaure en las universidades un planteamiento gerencial que limita la posibilidad de trasformación de la estructura burocratico-administrativa.

La puesta en marcha de una nueva reforma a la Ley Orgánica de la UAS por Héctor Melesio Cuen Ojeda en 2006 se circunscribe a las medidas asumidas por los grupos empresariales en el poder, no se aleja un ápice los planteamientos de la OCDE en materia de educación y convierte a la institución en un apéndice de las medidas político-administrativas de la SEP.

Entre los cambios que se presenta con la nueva Ley Orgánica está: En el plano de representación, el retiro del voto a los estudiantes para la definición de las autoridades; en el de gestión de los recursos económicos, el control de los presupuestos universitarios a través de la centralización de los recursos de las escuelas en la rectoría de la universidad y en el plano académico, acota la libre catedra de los profesores a insitutcionalizar el modelo por “Competencias”, modelo que en si mismo es un fracaso escolar. De esta manera podemos asegurar que la reforma a la Ley Orgánica de Cuen se plantea en el plano de una contrarreforma universitaria.

“Los pragmáticos”, como se hacen llamar a si mismos el séquito cuenista, tienen entre sus virtudes la más profunda de las descomposiciones morales, son coparticipes de la degradación moral y ética de los profesores y de la cátedra universitaria, no duda en ningún momento, ante el retiro de la participación abierta de los universitarios, en mantener el control de la vieja casona rosalina bajo el “terrorismo académico”, terrorismo que se expresa en la "perdida" de kárdexs de los estudiantes, anulan calificaciones, presentan rescisiones de contratos a los profesores discidentes, entre otras medida coersitivas al mismo tiempo que se regalan horas extras, tiempos completos y viaticos a los incondiconales; esta combinación de prebendas y castigos han impuesto en la universidad una visón desprovista de universalidad de las ideas, lo que lleva a la universidad a un páramo, en el que la simulación es la nota bajo la que se asume el ritmo de la decadencia.


Melesio el Necio es un simulador, no cuenta en sus neuronas con un sólo gramo de creación intelectual, es el producto del pragmatismo político en el que se instauró el pensamiento universitario tras la debacle ideológica de los años 90’s, su viveza es la del mitote más ruin y ramplero, mismo que se ha impuesto a la vida universitaria ante la anulación del pensamiento crítico.


Referencias:


Revista Politeia http://www.revistapoliteia.com/files/rev32.pdf

HISTORIA DEL TERRORISMO ACADÉMICO EN LA UAS I


www.kaosenlared.net



Héctor Melesio Cuen Ojeda: La Historia del Terrorismo “académico” en la UAS (I/II)


Malandro
KaosSinaloa
12-9-2009


www.kaosenlared.net/noticia/hector-melesio-cuen-ojeda-historia-terrorismo-academico-uas-iii


La llegada de Héctor Melesio Cuén Ojeda a la rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa en 2005 se hace en el marco de la ley orgánica de 1993, propuesta por el entonces rector Rubén Rocha Moya, ley orgánica que reformaba, este nuevo estatuto para la universidad no eliminaba del todo la participación de los estudiantes en el proceso de elección de autoridades universitarias, permitiendo el libre desarrollo de las ideas en la universidad, y no pocos vicios, hay que decirlo.


La ley orgánica de Rubén Rocha Moya contemplaba la reglamentación de la vida política de la Universidad Autónoma de Sinaloa, se propone en el contexto de la caída del bloque socialista en la exURSS (ideología que denominativamente seguían los universitarios), con esta nueva ley orgánica se pretendía ceder ante los grupos reaccionarios y de derecha que al interior de la UAS machacaban el discurso de la otrora universidad socialista, hablando de que “esas ideas son del pasado”, son visiones “atrasadas del país”, el “socialismo son ideas caducas”. Expresiones que la propia burocracia-señora-dueña de la UAS tomaba para conformar su nuevo pragmatismo discursivo.

La lucha intestina que se seguía en la universidad desde 1998, tras el fin de la rectoría de Rubén Rocha Moya entre el grupo que él representaba y Aarón Quintero, secretario general del sindicado de la UAS, continuo durante el periodo del Guevara Reynaga (1988-2002), con altibajos y confrontaciones en el marco de una ley orgánica abierta y con la posibilidad latente de que perdiera la rectoría en un proceso de elección abierta.

Ya en la rectoría de Guevara Reynaga se asomó el espíritu autoritario en la institución, pero los equilibrios entre el gobierno estatal y el federal, representados en Juan S. Millán y Vicente Fox daban la posibilidad a un margen de maniobra, ambos gobernadores habían llegado con una amplia mayoría de votos, así que era difícil mangonearlos.

La elección de Gomer Monárrez como rector de la UAS (2001-2005) nuevamente pone en la mesa la posibilidad real de perder en el proceso electoral interno en la Universidad Autónoma de Sinaloa, los grupos en su interior se dibujan en una permanente polémica que condicionan lo pragmático de los acuerdos.

Aron Quintero insiste en este nuevo periodo de elección en la posibilidad de llegar como rector de la universidad y los grupos enquistados en la rectoría, acostumbrados al libre repartimiento de las glorias (plazas y salarios) en la universidad se oponen a la llegada del secretario del sindicato a la rectoría.

El Arribo del Pragmatismo a la UAS

Al presentarse la candidatura de Héctor Melesio Cuén Ojeda (2005-2009) la vena social en la universidad estaba totalmente ausente, el pragmatismo político (y sobre todo el pragmatismo corporativo) desprovisto de todo discurso intelectual, o idea universitaria se estaba asentado totalmente en la vieja casona Rosalina, Héctor Melesio Cuén Ojeda sólo se dedico a seguir un guión preestablecido, tomado de los retazos de imágenes que ha recabado en su acercamiento a la conformación de una imagen basada en tres frases: El discurso de la necesidad financiera en la UAS, el academicismo y la impunidad.

Referencias:

Revista Politeia http://www.revistapoliteia.com/files/rev32.pdf

INVESTIGADORES PATITOS EN UNIVERSIDADES Y CUERPOS ACADÉMICOS PATITOS: CONOCES A ALGUNOS DE ELLOS EN TU COMUNIDAD ESCOLAR?...





CÓMO DISFRAZARSE DE UN INVESTIGADOR EXITOSO

POR: Dr. Miguel Ángel Barrón Meza, profesor de la UAM-Azcapotzalco


Hubo una época en que los profesores publicaban por el placer de contribuir, aunque fuera con un granito de arena, a su campo de conocimiento.

Actualmente, la investigación es un negocio como cualquier otro. Los vicios y las triquiñuelas que son comunes en la política y las empresas se están implantando cada vez con más con fuerza en prácticamente todas las instituciones de educación superior.

Las peleas en la investigación por recursos, puestos, plazas y espacios físicos se han transformado en luchas sordas, sin cuartel, y se llevan a cabo en terrenos en los que supuestamente deberían prevalecer la ética, la honestidad y el respeto a la libre manifestación de ideas.

Hoy en día es muy difícil distinguir a un investigador auténtico de uno farsante.

Cualquiera que tenga un doctorado y sea medianamente inteligente es capaz de publicar una gran cantidad de artículos en revistas indexadas internacionales, en especial si tiene la habilidad de tejer alianzas con otros investigadores igual de ambiciosos e inescrupulosos que él o ella, al fin que lo que ahora cuenta es la cantidad de publicaciones, no su calidad.

No importa que lo que se publique nadie lo lea ni sirva para nada. Lo que importa es el dinero obtenido para adquirir costosas camionetas, carísimos departamentos y continuos viajes al extranjero, haciendo turismo académico y hospedándose en hoteles de cinco estrellas con coautores y amigos.

Para ciertos investigadores y grupos, los argumentos legaloides y las ideas darwinianas (subsistencia del más capaz), aunado a la falta de ética, justifican cualquier atropello a los derechos de los demás a disponer de espacios, presupuestos y plazas que les permitan desarrollar de manera adecuada sus actividades de docencia e investigación.

La rapiña de recursos de todo tipo, en el que el más ambicioso tira de la limitada cobija institucional, puede volverse la regla más que la excepción en las instituciones de educación superior si no se pone un freno a investigadores sin escrúpulos.

Si usted quiere disfrazarse de investigador exitoso le sugiero que lea cuidadosamente las siguientes obras:

  • ‘El origen de las especies’, de Darwin (para justificar la supervivencia del más ambicioso, es decir, el más apto);


  • ‘El príncipe’, de Maquiavelo (para quitarse molestos escrúpulos éticos o morales), y


  • ‘El gatopardo’, de Lampedusa (para cambiar las cosas cuando alguien se lo exija pero al fin todo siga igual).



Además, debe seguir al pie de la letra las siguientes reglas (seguramente hay más):

1. Despójese de todo tipo de escrúpulos y vuélvase cínico. Usted debe estar dispuesto a conseguir a cualquier precio todas las becas y apoyos posibles, tanto internos como externos.

2. Haga alianzas con investigadores igual de arribistas que usted, de preferencia de otras instituciones para que su grupo parezca sólido e interinstitucional.

3. Incluya a sus amigos e incondicionales en sus artículos; eso le asegurará que ellos lo incluirán en los suyos y su productividad, aunque falsa, parecerá fabulosa.

4. Busque desesperadamente posiciones de poder (jefaturas, coordinaciones), para que desde ellas asigne presupuestos, plazas y proyectos a sí mismo y sus incondicionales.

5. Busque la complicidad —o la complacencia, al menos— de sus superiores jerárquicos. Ellos cubrirán cualquier resquicio por el que puedan filtrarse sus fallos.

6. Coloque a incondicionales (aunque no sean sus amigos) en puestos clave. La cadena mafiosa tendrá sus eslabones bien fortalecidos.

7. Proponga el mayor número de proyectos posible, y role como responsables a cada uno de sus incondicionales. Cada proyecto significa más dinero y más viajes al extranjero; la institución se convertirá en su agencia de viajes.

8. Olvídese de la ética y apodérese de espacios físicos que pertenecen a otros grupos de investigación menos ambiciosos; justifíquelo diciéndose a sí mismo y a los demás que el grupo que usted lidera es altamente productivo, y los demás, bueno, no valen la pena.

9. Pavonéese lo más que pueda de su productividad; los profesores ingenuos, y aquellos sin doctorado y sin publicaciones, lo considerarán un superdotado.

10. Piratee plazas de asistente de otros investigadores convenciendo a profesores ambiciosos jóvenes de que si se alían con usted progresarán de manera segura y rápida. Justifíquelo diciendo a los demás que nadie puede obligar a otro a trabajar con quien no desea, aunque se salgan del perfil para el cual fueron contratados.

11. Estudie razonablemente bien la legislación para que con argucias legaloides pueda justificar sus ambiciones y falta de ética.

12. Cuando sus subordinados se rebelen y lo llamen a cuentas, vaya a las reuniones con espíritu humilde y diga que sí a todo lo que le pidan. Pero por supuesto no sea tan ingenuo para cumplir lo que les promete. Practique el gatopardismo, es decir, haga cambios para que todo siga igual.

13. A los más críticos cumpla sus caprichos o págueles un viaje al extranjero para un congreso. Eso les callará la boca. Si no se callan y siguen protestando, diga que están locos o que le tienen envidia por su éxito.

Si conoce otras recomendaciones, compártalas ahora, sobre todo si son para defenderse de esta nueva especie.


miércoles, 27 de enero de 2010

CORRUPCION A LA MEXICANA 2

CORRUPCION EN MEXICO 3

CORRUPCION EN MEXICO 2

CORRUPCION EN MEXICO

CORRUPCION POLITICA EN MEXICO

LA POLITICA MEXICANA EN TELENOVELA

LA IZQUIERDA UNIDA JAMÁS SERA VENCIDA

LA EDUCACION EN MEXICO EN BROMA

100 CHLANGOS DIJERON

CORRUPCION POLITICA

CORRUPCION POLITICA

CORRUPCION PUBLICA

CORRUPCION POLITICA

CORRUPCION BUROCRATICA

CORRUPCION ESCOLAR

CORRUPCION ESCOLAR

CORRUPCION BUROCRÁTICA

CORRUPCION POLICIACA

LA CORRUPCION DE LOS DIRECTIVOS PERVERSOS Y ACOSADORES

CORRUPCIÓN DE LOS FUNCIONARIOS PERVERSOS Y ACOSADORES

UN POCO DE NEPOTISMO CON HUMOR


JEFE(A) PERVERSO(A) Y ACOSADOR(A)






ALGUNAS CARACTERÍSTICAS



DEL JEFE(a) PERVERSO(a) Y ACOSADOR(a)



1. POSEE ANSIAS INFINITAS DE PODER.

2. INCIA SU ACOSO CUANDO EL SUBORDINADO REACCIONA CONTRA SU AUTORITARISMO Y NO SE DEJA AVASALLAR.

3. SE ENSAÑA CONTRA EL MÁS DÉBIL O CON EL EMPLEADO QUE NO SE PLIEGA CIEGAMENTE A SUS DESEOS LABORALES O SEXUALES.

4. CORRE RUMORES CONTRA SUS SUPERIORES, ENDILGÁNDOSELOS A OTROS.

5. ABUSA FRECUENTEMENTE DEL PODER CONFERIDO.

6. HACE USO CONSTANTE  DE LA MANIPULACIÓN PERVERSA.

8. ENCIERRA AL EMPLEADO EN UN CÍRCULO VICIOSO DEL QUE DIFICILMENTE PUEDE SALIR.

9. INCITA SISTEMÁTICAMENTE A LOS DEMÁS DE MANERA VELADA, PARA QUE EL EMPLEADO ACOSADO SEA ETIQUETADO Y ESTIGMTIZADO.

10. SON INCAPACES O IGNORANTES DE REPETAR LOS MÁS ELEMENTALES DERECHOS DE LOS TRABAJADORES.

11. LABORAN EN EMPRESAS O INSTITUCIONES DONDE SE ARRAIGAN POLARIDADES DISCRIMINATORIAS.

12. TIENE UN DESEO DESMEDIDO POR DESTACAR Y ESCALAR POSICIONES JERÁRQUICAS A COSTA DE LOS DEMÁS.

13. SON INCAPACES DE DIRIGIR ADECUADAMENTE A LOS EMPLEADOS Y MANTENERLOS PERMANENTEMENTE MOTIVADOS.

14. SON INCAPACES DE ELABORAR OBJETIVOS CLAROS Y CONGRUENTES.

15. TIENEN TERROR DE PERDER EL CONTROL DE SUS SUBORDINADOS.

16. GOZAN HASTA EL ÉXTASIS APLASTANDO A LOS DEMÁS.

17. POSEEN UN DESEO DESMEDIDO POR DESTACAR A COSTA DE LOS DEMAS

18. LES ENCANTA SERVIRSE DEL TRABAJO DE SUS SUBORDINADOS.

19. LES APASIONA APARECER COMO LOS AUTORES DE LAS IDEAS DE LOS DEMÁS.

20. UTILIZAN EL MIEDO Y LA INESTABILIDAD LABORAL DE LOS EMPLEADOS PARA ALCANZAR UN STATUS DE SUPERIORIDAD.

21. LES ENCANTA SE ADULADOS.

22. SON PROCLIVES A ENVIAR OFICIOS AMENAZANTES A SUS SUBORDINADOS.

23. EVITAN LA COMUNICACIÓN DIRECTA.

24. RECHAZAN DAR EXPLICACIONES DE SUS ACTOS Y ACTITUDES.

25. TRATAN DE IMPEDIR A TODA COSTA QUE LOS DEMÁS PIENSEN, COMPRENDAN O ACTÚEN POR SÍ SOLOS.

26. CONSTANTEMENTE LE RECUERDAN A SUS SUBORDINADOS QUE TODO LO QUE SON SE LO DEBEN A EL.

27. DESACREDITA A SUS EMPLEADOS HACIENDO CIRCULAR RUMORES VELADOS EN SU CONTRA.

28. GOZA HACIÉNDOSE PASAR POR VICTIMA DE EMPLEADOS MALAGRADECIDOS.

29. SE SIENTEN SEMIDIOSES O LOS MESÍAS QUE LA INSTITUCION O EMPRESA ESPERABA.

30. AÍSLAN A LOS EMPLEADOS EN TRABAJOS INDIVIDUALES Y RUTINARIOS.

31. EVITAN EL TRABAJO COLECTIVO.

32. LE HACEN CREER A LOS EMPLEADOS QUE ESTÁN CON ELLOS Y QUE LOS DEMÁS ESTÁN EN SU CONTRA.

33. INCITAN LA ENVIDIA Y EL CELO ENTRE LOS EMPLEADOS.

34. UTILIZA A INFORMACIÓN RELEVANTE OCULTANDOLA O DOSIFICÁNDOLA PERVERSAMENTE.

35. PROVOCA TENSIONES PSICOLOGICAS FRECUENTES EN SUS EMPLEADOS PARA QUE RENUNCIEN O PUEDAN SER DESPEDIDOS.

36. ASIGNA TAREAS INUTILES, RUTINARIAS, DESAGRADABLES, IMPOSIBLES O DEGRADANTES.

37. SON PROCLIVES A LANZAR INSINUACIONES SEXUALES VELADAS O ABIERTAS.

38. ADORAN CORRER EL RUMOR DE QUE ESTÁN BIEN POSICIONADOS CON LOS DUEÑOS O SUPERIORES DE LA INSTITUCION O EMPRESA.

39. POR LO REGULAR SE RODEAN DE EMPLEADOS DÓCILES O CARENTES DE INCIATIVA Y CONOCIMIENTOS.

40. ANDA EN PERMANENTE BUSQUEDA DE SER JEFE DE LO QUE SEA.

41. LE ENCANTA SOMETER A LOS SUBORDINADOS A TODO TIPO DE HUMILLACIONES.

42. PREFIEREN LABORAR EN EMPRESAS O INSTITUCIONES DESORGANIZADAS O MALESTRUCTURADAS.

43. UTILIZAN LAS DEBILIDADES O INEPTITUDES DEL OTRO PARA LOGRAR SU PLENA OBEDIENCIA.

44. SON PROCLIVES A TRATAR CON DIMINUTIVOS Y CARICIAS MELOSAS A SUS SUBORDINADOS.

45. EVITAN LA PARTICIPACIÓN Y EL DIÁLOGO ABIERTO Y CREADOR.

46. UTILIZAN A SUS ACHICHINCLES PARA QUE IMITEN SUS ACOSOS Y PERVERSIONES.

47. LA ARROGANCIA Y EL CINISMO SE CONVIERTEN EN EL ESTILO DE LA DIRECCIÓN.

48. EL NEPOTISMO Y EL COMPADRAZGO ES SU SIGNO O SELLO PERSONAL DE SU GESTIÓN ADMINISTRATIVA



Culiacán, Sinaloa a invierno de 2010


Antony peper


domingo, 24 de enero de 2010

JEFE(A)S ACOSADORE(A)S Y ABUSADORE(A)S








JEFE(A)S PERVERSO(A)S Y ACOSADORE(A)S


Reflexión dedicada a mi amiga Ana.


Las ansias de poder y la perversidad provocan que nazca la violencia y el acoso hacia los empleados, sin importar su sexo, condición socioeconómica, filiación política o ideológica; pero lo más común es que se ensañe contra el más débil o con el empleado que no se pliega ciegamente a los deseos del jefe o directivo perverso y acosador.


Se entiende por acoso laboral, cualquier manifestación de conductas abusivas, especialmente, los comportamientos, palabras, actos o gestos que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad, integridad física o moral de un individuo, su empleo, o la degradación del clima laboral en el que se desempeña.

Este acoso laboral, no sólo afecta al trabajo y la productividad del empleado o subordinado, sino que también favorece el ausentismo y el desgaste físico y psicológico de quien lo padece. Esta guerra psicológica desigual a la que se ve sometida el empleado acosado o abusado incluye dos fenómenos: Uno de ellos es el abuso de poder, otro más es, la manipulación perversa.

El acoso se produce progresivamente, pues el jefe perverso lo va dosificando maquiavelicamente, de tal manera que la personalidad del empleado se va trastornando cada vez más, en la medida en que pasando los días en que es sometido a tal acoso.

En situaciones de crisis, el empleado acosado, tiende a dar lo peor de sí mismo, llora sin aparente motivo, hace “panchos”, ataca a sus compañeros sin aparente motivo, etc., del tal suerte que el empleadoacosado se ve envuelto en un circulo vicioso del que dificlmente puede salir. El acoso empieza cuando el empleado reacciona contra el autoritarismo de su jefe y no se deja avasallar. Eso le convierte en blanco del acoso de sus superiores, quien lo empiezan a etiquetar como una “persona problemática”.

Después, le sigue la descalificación sistemática, la cual es aprobada por los demás compañeros de trabajo del empleado acosado. Cuando el proceso de acoso inicia, se gesta tambien, todo un proceso en el cual el empleado es estigmatizado, (se dice que el trato con ella o el es difícil, que tiene mal carácter, que “no tiene lado, que está “loquito”, que no tiene disposición para trabajar, que no le gusta socializar, etc.), ya que por lo general, los demás miembros de la emprea empiezan a compartir la visión del jefe acosador.

Algunos jefes resultan incapaces de hacer que se respeten los derechos mínimos de los empleados ( así tengan doctorados o maestrías en desarrollo organizacional o en administración de recursos humanos, o en cualquier otra disciplina científica afín), por lo que en sus empresas o instituciones se arraigan polaridades discriminatorias, tales como el racismo (ahí viene la cubana o ese “oaxaquita” se cree galán), el machismo o sexismo (tenía que ser “vieja” o ahí viene la “marimacha” o el amanerado), religiosas ( ese tipo es un “persignado”), etc.

El acoso puede ser suscitado también por envidias (caso de jóvenes titulados, que al entrar a laborar en la empresa o institución, son menospreciados por los empleados o superiores de mayor antigüedad o nivel académico).

Las agresiones entre compañeros también pueden surgir de enemistades personales y del deseo de destacar o escalar posiciones a costa del compañero. A lo anterior, podemos decir que los conflictos entre compañeros son difíciles de gestionar, sin embargo, no son imposibles de ser tratados, empero, se requiere la combinación de una alta dosis de inteligencia emocional y de conocimientos científicos en materia de recursos humanos, para poder dirigir adecuadamente a los empleados y mantenerlos permanentemente motivados con la visión y misión de la empresa o institución.

Ahora bien, también, puede darse el caso de que un superior pueda ser agredido o acosado por sus subordinados; cuestión que es menos frecuente que la anterior. Esto puede darse por ejemplo, en el caso de los empleados o jefes que vienen del exterior, cuyos estilos de trabajo o directivos no gustan, o bien, compañeros ascendidos sin consulta previa por parte de la dirección, o cuando se formulan objetivos poco claros o contradictorios por parte del superior.

Tanto en el pasado como en la actualidad, el que un superior agreda a un subordinado es la situación más frecuente, por lo que estos, tienen que estar preparados para el momento en que se manifiesten los primeros síntomas del acoso laboral. En ocasiones, se puede tratar simplemente de un abuso de poder, cuando se hace un uso desmedido de la posición jerárquica, por lo que se acosa a los demás por miedo a perder el control ejercido hacia los de “abajo”.

Usualmente este tipo de abuso es ejercido por mandos intermedios, quienes temen ser rebasados por sus subalternos. Pero, también puede ser una maniobra perversa de un individuo para aplastar a los demás y destacar por encima de ellos; cosa que sucede cuando el superior intermedio “saluda con sombrero ajeno”, es decir, cuando se sirve del trabajo del subordinado, apareciendo como el autor de la idea o trabajo desarrollado.

El miedo al desempleo no explica por sí solo el sometimiento de las víctimas. Los directivos o jefes acosadores lo utilizan para alcanzar un status de superioridad, como un aviso de advertencia que permanente quiere dejar sentado a propios y a extraños, haciendoles saber que sólo sus “chicharrones” truenan en esa empresa o institución, advirtiendo constantemente a sus subordinados y jefes inferiores o pares, que “sólo el tiene autoridad para realizar los cambios que se requieren en la empresa, advirtiéndoles que de no ser así, serán amonestados en públco, mínimamente.

Los jefes perversos, para mantener el poder utilizan diversas formas, todas ellas pueriles, como por ejemplo, rechazando o evitando la comunicación directa con sus empleados, evitando dar explicaciones der su actitud, pues de lo que se trata es de impedir que el otro piense, comprenda o actúe. También se puede recurrir a evitar el diálogo; ello es una forma de decir, que el otro no interesa o que sus opiniones son insignificantes o carentes de validez.

La situación se agrava cuando la víctima es propensa a culpabilizarse, diciéndose a sí mismo que “nada le sale bien”, que el es el culpable de que lo sancione el jefe. Es común, que el jefe perverso le señale al empleado acosado, que es un malagradecido, que siempre le ha ayudado y que ahora que necesita de su apoyo no está dispuesto a colaborar.

Con lo anterior, le hace sentir al empleado acosado, que tiene el deber de darle su apoyo sin poner condición alguna. Por lo regular, la agresión al empleado acosdo o abusado, no tiene lugar abiertamente dado que se utiliza frecuentemente la comunicación no verbal, es decir la de “los valores entendidos”, de tal manera que la victima no se percate de que lo es y que no pueda así defenderse, puesto que así el jefe acosador puede argüir, “malinterpretaste las cosas•”, “te proyectaste” o bien, decir a los demás finalmente, “cuídense de esa persona”, creo que “es bipolar”, por lo que el empleado agredido o acosado finalmente termina teniendo serias dudas sobre sus propias percepciones de sí mismo y de los demás, con lo que a la postre, la víctima progresivamente renunciará a defenderse, o bien a sentirse cada vez más culpable.

Por lo regular, los empleados acosados o abusados, son velada o abiertamente descalificados; esta descalificación se produce al no dirigirle la mirada o la palabra a esa persona cuando está haciendo uso de la voz o cuando está realizando alguna actividad (hacerle sentir como un cero a la izquierda), lanzandole bromas, burlas o sarcasmos como crítica indirecta.

Cada palabra contiene un “doble sentido”, que se vuelve en contra la víctima elegida. Para desacreditar, el jefe perverso y acosador pone en circulación un malentendido “un chisme”, que puede explotar en beneficio propio sembrando la duda en los demás, por lo que para hundir al otro, lo ridiculiza, lo humilla y lo cubre de sarcasmos hasta que logra que el empleado acosado pierda la confianza en sí mismo y termine pensando “nadie me quiere…todos me odian….mejor me como un gusanito..”.

Estas maniobras perversas, tienen su origen en compañeros envidiosos o en directivos que creen que la crítica destructiva e incesante, así como la humillación abierta o velada motivan a sus subordiandos, por lo que recurren sólos o en grupo, a darle “carrilla” a la víctima elegida.

Cuando la victima explota o es sacada de sus casillas, soltando el llanto o una “palabrota”, el victimario justifica su actuar,haciendose pasar por la victima de un empleado malagradecido y traicionero.

Es en este punto donde el victimario llega al extasis, llegando a tal grado de creerse un semidios o el mesias que la institución y el pueblo esperaban. Otra forma que utiliza el jefe acosador, es la de aislar al empleado, es decir romper sus alianzas, provocando con ello que el empleado acosado, en su soledad, no pueda rebelarse o le sea muy costoso o riesgoso hacerlo, sobre todo, sí se le hace creer que todos están contra él y que no vale nada. Insinuaciones y preferencias declaradas o insinuadas, provocan celos, con lo que el agresor deja en manos de empleados envidiosos y sumisos la “tarea” de aislar a la víctima.

El empleado acosado, aislado de los demás, come solo, no es invitado a las celebraciones, ni a ningún otro evento, bajo el argumento de que “para que te invitamos, sí nunca quieres asistir a las reuniones o eventos que organiza la empresa o institución”. Si la agresión proviene de un superior, la víctima no recibe información, no es avisado de reuniones, quedando así aislado, como un “apestado” que está en cuarentena, lo cual le genera más tensión psicológica que el exceso de trabajo, volviéndose destructivo de sí mismo y de los demás.

Por lo que así, queda a un paso de renunciar a la empresa o provocar su despido por violar el reglamento o el contrato laboral en un estallido de violencia o dejadez. En el mejor de los casos, está a un paso de su renuncia voluntaria, sí es que tiene la antigüedad suficiente para ello. En ocasiones, el jefe acosador puede recurrir a encargarle al empleado acosado tareas inútiles o degradantes, fijarle objetivos imposibles de alcanzar, o provocándole accidentes laborales que dañen algún equipo o a sí mismo.

El acoso sexual, no es algo que está vedado, por el contrario, es algo que está en constante acecho, sí es que la víctima es del gusto del jefe acosador. Existen diferentes categorías de acoso sexual: Si el jefe es mujer, puede decirle al subordinado piropos o insinuaciones sobre su apariencia física, mostrarse seductora invitándole a cenar o a bailar y, en casos extremos, se puede llegar a la violación sexual sí el jefe es hombre y el empleado o empleada acosado (a) no aceptó sus insinuaciones.

Pero siempre, el punto de partida del que parte el jefe acosador es el poner en práctica el abuso de poder. La agresión más evidente se genera cuando un superior aplasta con su poder a sus subordinados, con esto, un “jefecillo” acosador y abusador se revaloriza ante sus ojos y los de sus “achichincles”, quienes extasiados empiezan a adular a su jefe acosador y abusivo " es usted lo máximo... nadie prepara los hielitos como usted... hasta que ese tipo se encontrócon la horma de sus zapatos, etc", o cualquier otra sarta de adulaciones.

Los subordinados, temiendo el despido no tienen más remedio que padecer su dominio o simular que se está con él, “en las buenas y en las malas”, en la creencia ficticia o real de que el jefe acosador “está bien posicionado” con los jefes de jefes.



Sin embargo, conviene tener presente que presionar a los subordinados es poco redituable para la empresa o institución en el mediano y largo plazo, por lo que hay que tomar en cuenta que una mano de obra feliz es más productiva, cosa contraria con lo que resulta de un empleado abusado y acosado.

Desde siempre ha existido el abuso de poder, pero ahora está más camuflado. Cuando un jefe perverso entra en un grupo tiende a reunir a su alrededor a los más dóciles “arrancándoles” su espíritu crítico y constructivo, si es que algún día lo tuvieron, induciéndoles a que no discutan sus órdenes, haciéndoles creer que “el jefe siempre tiene la razón”, o que es el que tiene la última palabra.

Si bien es cierto, que algunos empleados necesitan de una autoridad que les de órdenes para poder hacer las cosas, también es cierto que los jefes perversos utilizan esa condición en su propio beneficio y para hacer sufrir a los demás y que trabajen incondicionalmente a su servicio.

El objetivo de un jefe perverso es el poder, pues así logran sentirse realizados, de tal manera que siempre andan en busca de obtener algun puesto que les de autoridad ante los demás, (siempre quiere ser jefe, de que?… eso no importa…lo que importa es ser jefe, aunque no se tenga preparación ni vocación para ello... él quiere un “hueso”, de lo que sea, pero quiere ser el jefe), puesto con el que tapará sus deficiencias, ya que, utilizando el poder del puesto aparecerá como creador del producto de sus subordinados.

Para lograr lo anterior, necesita desembarazarse de quien amenace de alguna manera su posición o su carrera ascendente, inciando o acentuando su acoso y abuso. Es una verdad de perogrullo, que el miedo genera obediencia o sumisión en la persona atacada o sometida a tensión psicológoica o fisica, por lo que el jefe perverso o acosador, someterá a su víctima a todo tipo de humillaciones, con tal de mantenerlo en constante miedo; cómo?: lanzándole indirectas de despido, señalandole que está en peligro su ascenso o su cambio de adscripción a áreas de trabajo menos riesgosas o más productivas; amenazandolo velada o abiertamente que no se le apoyará para que se le otorgue alguna prestación contractual, etc.

Un jefe perverso actúa con más facilidad en una empresa o institución desorganizada, mal estructurada , “deprimida” o en “vías de acreditación”. La técnica siempre resulta ser la misma: se utiliza la debilidad o ineptitud de otro y se le conduce a dudar de sí mismo hasta que cometa errores ella sola, teniéndola así en sus manos, para hacer de ella lo que se le antoje y lograr su ciega obediencia.

Algunos jefes tratan a sus subordinados como si fuesen niños o cosas y piensan que pueden utilizarlos a su antojo. Cuándo la víctima intenta rebelarse, se le anula hasta que pierda fuerza y confianza en sí misma.

Lo anterior no sucede en una organización inteligente, pues en una empresa o institución que es dirigida por un jefe inteligente, sus directivos superiores, no cierran los ojos ante este tipo de problemas, por el contrario, los afrontan críticamente, fomentando la participación y el diálogo abierto y creador.

Debemos tener siempre presente que la perversión genera imitadores, por lo que a la larga, hasta el menor de los “achichincles” del jefe acosador, se comportan como él, de tal suerte que esta situación se convierte en algo cotidiano y común; esto es, que se trate a los empleados contrarios de forma denigrante.

La inestabilidad en el empleo (trabajadores temporales o de “confianza”), contribuye a que la arrogancia y el cinismo se conviertan en estilo de dirección; esto también es una verdad de perogrullo. Un individuo que ansía el poder a cualquier precio en una empresa o institución “patito”, puede manipular y destruir a otros con tal de conquistar o mantener el poder.

De lo anterior se desprende, que una empresa o institución que fomente métodos perversos para lograr abrir mercados o lograr la aceptación o la acreditación de la sociedad, de los gobernantes o de los organismos acreditadores, puede llegar a convertirse en un sistema o circulo perverso, contaminando con sus actos todo lo que está a su alcance, pues logra imponerse en el lugar de los hechos, aduciendo “que el fin justifica los medios”, de tal suerte que se está dispuesto a todo con tal de lograr sus fines ( aderezándolos con una lechada de nobleza), por lo que siempre se debe tener presente que el poder se constituye en un arma terrible y destructora cuando lo detenta una persona o un sistema perverso y acosador.


Culiacán, Sinaloa a invierno de 2010

Marco Antonio Rodríguez Camacho