domingo, 2 de diciembre de 2012

PSICOTERAPIA EN EL ÁMBITO EDUCATIVO

 

LA PSICOTERAPIA EN EL ÁMBITO EDUCATIVO

Diariamente, los docentes se enfrentan a diversas problemáticas que les afectan como individuos o como colectividad, tales como bullying, drogadicción, pandillerismo, deserción, embarazos no deseados, reprobación, entre otros. Para abordarlos no sólo se requiere de la habilidad de generar confianza y el acercamiento pertinente entre el docente y el alumno, se necesita sobre todo, contar con las herramientas psicoterapéuticas para que el primero pueda realizar una labor educativa más eficiente en beneficio del segundo.
Lo anterior implica, diseñar estrategias tendientes a fomentar la creación de programas que aporten los fundamentos encaminados a fortalecer la labor en el área psicoeducativa de las instituciones escolares, con los cuales se habilite a los profesores para desempeñarse profesionalmente en el apoyo a la solución de problemáticas educativas individuales y/o colectivas, tanto dentro como fuera del centro escolar.
Es necesario pues, que el docente, aborde los problemas psicoeducativos, dando prioridad al análisis y solución particular de casos conflictivos, generando propuestas psicoterapéuticas de intervención más eficaces.
Para lograr lo anterior, el docente debe aprender a diseñar estrategias eficaces de intervención para problemas académicos y conductuales que se presentan eventual o cotidianamente en los estudiantes.
Se requiere además que sea capaz de determinar las tácticas más idóneas de integración escolar para motivar un clima institucional lo más adecuado posible; ello implica que la psicoterapia en el ámbito educativo, deberá estar orientada a realizar acciones integralmente planeadas de:
  • Prevención
  • Orientación
  • Asistencia
  • Rehabilitación
  • Supervisión de casos
  • Detección de problemas psicosociales y educativos
  • Intervención socio-educativa
  • Asesoramiento individual, familiar e institucional
Mediante estas acciones, el docente estará en condiciones de mejorar la calidad del trabajo que realiza tanto dentro como fuera de los espacios áulicos, en el entendido de que se habrán generado las bases necesarias para compartir valores y normas cognitivas, conductuales y afectivas entre todos los miembros de la comunidad escolar y de sus familias.
Con lo anterior, se contribuye, desde el área psicoeducativa, a satisfacer la necesidad que todos los docentes tienen de compartir sus experiencias, aclarar dudas, confirmar sus planteamientos en el abordaje de un determinado caso, analizar situaciones concretas que han surgido durante la intervención, o conocer los avances en el abordaje de los distintos problemas psicológicos en el ámbito educativo.
Una cuestión que también es necesario destacar, es el hecho de que se abre la posibilidad de que tanto docentes, como directivos, estudiantes y familiares, se inicien en la búsqueda sistemática y fundamentada de soluciones conjuntas en torno a problemas tales como: indisciplina, faltas de respeto, intolerancia, entre otros; por lo que en ésta indagación remedial, se podrán iniciar procesos de formación permanente y colectiva en todos los integrantes de la comunidad educativa.
La psicoterapia en el ámbito educativo se desarrolla en los niveles siguientes:
  • Intervención: Proporcionar herramientas para detectar y prevenir desadaptaciones funcionales, psicológicas, educativas y sociales, con lo que se está en condiciones de evaluar las capacidades personales, grupales e institucionales, a fin de promover el desarrollo de soluciones más eficaces.
  • Orientación y asesoramiento: Promover la participación en la organización, planificación, desarrollo y evaluación de los procesos de orientación y asesoramiento vocacional, profesional y ocupacional para colaborar en el desarrollo de las competencias profesionales de las sujetos escolares, en la clarificación de sus proyectos de vida, en la idea de apoyarse colectivamente, no sólo del hacer, sino en el ser de los miembros de la comunidad escolar.
  • Prevención: Detectar las influencias más significativas del contexto sociocultural de la comunidad escolar para elaborar programas tendientes al desarrollo de las capacidades psico-socio educativas, previniendo las consecuencias negativas que pudieran generar las diferencias entre las necesidades de la población escolar y las respuestas de los sistemas sociales, culturales y comunitarios, en aspectos tales como: la adaptación inicial a la escuela, detección precoz de de alumnos , docentes y directivos con necesidades educativas especiales, drogadicción, alcoholismo, entre otras.
Culiacán, Sinaloa, invierno de 2012
Antony Peper

martes, 13 de noviembre de 2012


Dr. Mario A. Rosen


HOY NO SABEMOS QUIEN CAMBIÓ LAS REGLAS.
SOMOS INSOLENTES, ARBITRARIOS, INTOLERANTES, IRRESPETUOSOS...
W.CHARLS Z
El Dr. Mario A. Rosen es médico, educador, escritor, y empresario exitoso.
Tiene 63 años.
Socio fundador de Escuela de Vida, Columbia Training System, y Dr. Rosen & Asociados.
Desde hace 15 años coordina grupos de entrenamiento en Educación Responsable para el Adulto.
 
Cuando yo era un niño, en mi casa me enseñaron a honrar dos reglas sagradas:
Regla N° 1: En esta casa las reglas no se discuten.
Regla N° 2: En esta casa se debe respetar a papá y mamá.
 
Y esta regla se cumplía en ese estricto orden.
Una exigencia de mamá, que nadie discutía... Ni siquiera papá. Astuta la vieja, porque así nos mantenía a raya con la simple amenaza: "Ya van a ver cuando llegue papá".
 Porque las mamás estaban en su casa.
Porque todos los papás salían a trabajar...
Porque había trabajo para todos los papás, y todos los papás volvían a su casa.
No había que pagar rescate o ir a retirarlos a la morgue.
El respeto por la Autoridad de papá (desde luego, otorgada y sostenida graciosamente por mi mamá) era razón suficiente para cumplir las reglas.
Usted probablemente dirá que ya desde chiquito yo era un sometido, cobarde conformista o, si prefiere, un pequeño fascista, pero acépteme esto: era muy aliviado saber que uno tenía reglas que respetar.
Las reglas me contenían, me ordenaban y me protegían.
Me contenían al darme un horizonte para que mi mirada no se perdiera en la nada, me protegían porque podía apoyarme en ellas dado que eran sólidas..
Y me ordenaban porque es bueno saber a qué atenerse.
De lo contrario, uno tiene la sensación de abismo, abandono y ausencia.
Las reglas a cumplir eran fáciles, claras, memorables y tan reales y consistentes como eran "lavarse las manos antes de sentarse a la mesa" o "escuchar cuando los mayores hablan".
 
Había otro detalle, las mismas personas que me imponían las reglas eran las mismas que las cumplían a rajatabla y se encargaban de que todos los de la casa las cumplieran.
 
No había diferencias. Éramos todos iguales ante la Sagrada Ley Casera.
Sin embargo, y no lo dude, muchas veces desafié "las reglas" mediante el sano y excitante proceso de la "travesura" que me permitía acercarme al borde del universo familiar y conocer exactamente los límites.
Siempre era descubierto, denunciado y castigado apropiadamente.
La travesura y el castigo pertenecían a un mismo sabio proceso que me permitía mantener intacta mi salud mental.
No había culpables sin castigo y no había castigo sin culpables.
 
No me diga, uno así vive en un mundo predecible.
El castigo era una salida terapéutica y elegante para todos, pues alejaba el rencor y trasquilaba a los privilegios.
 
Por lo tanto las travesuras no eran acumulativas.
Tampoco existía el dos por uno.
A tal travesura tal castigo.
Nunca me amenazaron con algo que no estuvieran dispuestos y preparados a cumplir.
Así fue en mi casa. Y así se suponía que era más allá de la esquina de mi casa.
Pero no, lenta y dolorosamente comprobé que más allá de la esquina de mi casa había travesuras sin castigo y una enorme cantidad de reglas que no se cumplían, porque el que las cumple es simplemente un estúpido.
 
El mundo al cual me arrojaron sin anestesia estaba patas para arriba.
Conocí algo que, desde mi ingenuidad adulta (sí, aún sigo siendo un ingenuo), nunca pude digerir, pero siempre me lo tengo que comer: "la impunidad".
 
¿Quiere saber una cosa? En mi casa no había impunidad.
 
En mi casa había justicia, justicia simple, clara, e inmediata.
 
Pero también había piedad. Le explicaré: Justicia, porque "el que las hace las paga".
Piedad, porque uno cumplía la condena estipulada y era dispensado y así su dignidad quedaba intacta y en pie.
Al rincón, por tanto tiempo, y listo... Y ni un minuto más, y ni un minuto menos.
 
Por otra parte, uno tenía la convicción de que sería atrapado tarde o temprano, así que había que pensar muy bien antes de sacar los pies del plato.
 
Las reglas eran claras.
Los castigos eran claros.
Así fue en mi casa.
Y así creí que sería en la vida.
 
Pero me equivoqué. Hoy debo reconocer que en mi casa de la infancia había algo que hacía la diferencia, y hacía que todo funcionara.
 
En mi casa había una "Tercera Regla" no escrita y, como todas las reglas no escritas, tenía la fuerza de un precepto sagrado.
 
Esta fue la regla de oro que presidía el comportamiento de mi casa:
Regla N° 3: No sea insolente. Si rompió la regla, acéptelo, hágase responsable, y haga lo que necesita ser hecho para poner las cosas en su lugar.
 
Ésta es la regla que fue demolida en la sociedad en la que vivo. Eso es lo que nos arruinó.
 
LA INSOLENCIA. Usted puede romper una regla -es su riesgo- pero si alguien le llama la atención o es atrapado, no sea arrogante e insolente, tenga el coraje de aceptarlo y hacerse responsable.
 
Pisar el césped, cruzar por la mitad de la cuadra, pasar semáforos en rojo, tirar papeles al piso, tratar de pisar a los peatones, todas son travesuras que se pueden enmendar... a no ser que uno viva en una sociedad plagada de insolentes.
 
La insolencia de romper la regla, sentirse muy "vivo", e insultar, ultrajar y denigrar al que responsablemente intenta advertirle o hacerla respetar.
 
Así no hay remedio.
El mal del mundo es la insolencia.
 
La insolencia está compuesta de petulancia, descaro y desvergüenza.
 
La insolencia hace un culto de cuatro principios:
- Pretender saberlo todo.
- Tener razón hasta morir.
- No escuchar.
- Tú me importas, sólo si me sirves.
 
La insolencia en mi país admite que la gente se muera de hambre y que los niños no tengan salud ni educación.
 
La insolencia en mi país logra que los que no pueden trabajar cobren un subsidio proveniente de los impuestos que pagan los que sí pueden trabajar (muy justo), pero los que no pueden trabajar, al mismo tiempo cierran los caminos y no dejan trabajar a los que sí pueden trabajar para aportar con sus impuestos a aquéllos que, insolentemente, les impiden trabajar.
 
 
Léalo otra vez, porque parece mentira.
Así nos vamos a quedar sin trabajo todos.
Porque a la insolencia no le importa, es pequeña, ignorante y arrogante.
 
Bueno, y así están las cosas.
 
Ah, me olvidaba, ¿Las reglas sagradas de mi casa serían las mismas que en la suya?
Qué interesante. ¿Usted sabe que demasiada gente me ha dicho que ésas eran también las reglas en sus casas?
 
Tanta gente me lo confirmó que llegué a la conclusión que somos una inmensa mayoría.
 
Y entonces me pregunto, si somos tantos, ¿por qué nos acostumbramos tan fácilmente a los atropellos de los insolentes?
 
Yo se lo voy a contestar.
PORQUE es más cómodo, y uno se acostumbra a cualquier cosa para no tener que hacerse responsable.
 
Porque hacerse responsable es tomar un compromiso y comprometerse es aceptar el riesgo de ser rechazado o criticado.
 
Además, aunque somos una inmensa mayoría, no sirve para nada, ellos son pocos pero muy bien organizados.
 
Sin embargo, yo quiero saber cuántos somos los que estamos dispuestos a respetar estas reglas.
Le propongo que hagamos algo para identificarnos entre nosotros.
No tire papeles en la calle.
Si ve un papel tirado, levántelo y tírelo en un bote de basura.
Si no hay un bote de basura, llévelo con usted hasta que lo encuentre.
Si ve a alguien tirando un papel en la calle simplemente levántelo usted y cumpla con la regla 1.
 
No va a pasar mucho tiempo en que seamos varios para levantar un mismo papel.
 
Si es peatón, cruce por donde corresponde y respete los semáforos, aunque no pase ningún vehículo, quédese parado y respete la regla.
 
Si es un automovilista, respete los semáforos y respete los derechos del peatón.
 
Sea educado al manejar, dar el paso demuestra educación.
 
Si saca a pasear a su perro, levante los desperdicios.
 
 
Todo esto parece muy tonto, pero no lo crea, es el único modo de comenzar a desprendernos de nuestra proverbial INSOLENCIA.
 
Yo creo que la insolencia colectiva tiene un solo antídoto, la responsabilidad individual.
 
Creo que la grandeza de una nación comienza por aprender a mantenerla limpia y ordenada...
 
Si todos somos capaces de hacer esto, seremos capaces de hacer cualquier cosa.
Porque hay que aprender a hacerlo todos los días.
 
Ése es el desafío.
 
Los insolentes tienen éxito porque son insolentes todos los días, todo el tiempo.
 
Nuestro país está condenado: O aprende a cargar con la disciplina o cargará siempre con el arrepentimiento.
 
¿A USTED QUÉ LE PARECE?
 
¿PODREMOS RECONOCERNOS EN LA CALLE?
 
 
Espero no haber sido insolente.
 
En ese caso, disculpe.
 
Dr. Mario Rosen
(¿Sería muy insolente si le pido que lo reenvíe?)







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Saludos

viernes, 28 de septiembre de 2012

REFLEXIONES SOBRE EL EMPLEO Y LOS SALARIOS EN MÉXICO


 
 
REFLEXIONES SOBRE EL EMPLEO Y LOS SALARIOS EN MÉXICO
La situación de la Población Económicamente Activa (PEA) ha venido agravándose desde hace algunos años. Las nuevas formas de contratación, el aumento del empleo informal, el nivel de desempleo, la falta de oportunidades para el creciente flujo de jóvenes profesionistas, son algunos de los problemas económicos a los que se debe hacer frente mediante una política económica y social acorde a la magnitud del problema.
Actualmente, la política de incrementos  al salario está muy relacionada con la evolución de la inflación, de tal manera que vemos como al aumentar los salarios inmediatamente suben los precios en una mayor proporción, es decir aumenta la inflación, por lo que el trabajador no resulta beneficiado en nada.
Otro indicador que  está relacionado con el empleo es la productividad de los trabajadores, en el sentido de que los empleadores fijan el monto de los salarios en función de su productividad. Durante los primeros seis meses de 2007, la tasa de crecimiento de este indicador estuvo por arriba de los aumentos de las remuneraciones al trabajador.
Es decir, el incremento en esta última variable no se vio favorecido por el desempeño de la productividad de los trabajadores, resultado que puede ser cuestionable, ya que las decisiones de aumentos salariales deben contemplar –además de la expectativa de inflación–,la evolución de la productividad.
Tampoco se debe omitir la mención de que además de las precarias condiciones de contratación que gradualmente comienzan a predominar en el mercado laboral mexicano, la informalidad es una alternativa de ocupación que ha estado absorbiendo buena parte de la mano de obra que la economía formal no ha podido emplear.
El Banco de México ha señalado recientemente que la informalidad ha pasado de significar de 41 a 44% de la PEA durante los últimos cuatro años.
El dato mensual de la tasa de desempleo −elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI)− es el único referente estadístico que existe para evaluar el nivel de ocupación en México. Según el INEGI, durante el primer semestre de 2007 el nivel de desempleo en promedio se ubicó en 3.7%.
Por otro lado, durante el período se crearon 450 814 plazas de trabajo formales, de las cuales, 44.7% fueron permanentes y 55.2% se inscribieron en el rubro de eventuales.
La generación de empleos fue la promesa más importante de gobierno actual, asegurando que el iba a ser el presidente del empleo, por lo que la política laboral fue uno de los ejes de su programa de gobierno.
Así por ejemplo, dentro de las políticas laborales implementadas por el gobierno federal tenemos al  llamado Programa del Primer Empleo (PPE), que de hecho, se reconoce por ser prácticamente la única medida directa instrumentada durante sus primeros seis meses. Este proyecto se sumó a otros programas heredados de administraciones anteriores: los programas de intermediación, de capacitación, de creación de empleo, de apoyo a las micro y pequeñas empresas y al autoempleo y de compensación al desempleo.
El Programa del Primer Empleo (PPE) se inscribe dentro de los programas de creación de empleo que tienen como una de sus principales características ofrecer a las empresas diversos estímulos para la creación de nuevas plazas.
La peculiaridad de este proyecto, es su objetivo de propiciar condiciones para la generación de oportunidades de trabajo dirigidas especialmente a jóvenes profesionistas sin experiencia.
Este programa entró en vigor desde marzo 2007 y hasta el mes de agosto se estimaba, según cifras del IMSS, había favorecido la creación de poco más de seis mil plazas. Esa cifra, según el propio titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Javier Lozano, no alcanzó, ni por asomo, el potencial de formación de plazas que se esperaba por efecto del programa en sus primeros meses de implementación, el cual era de cincuenta mil. Entre los argumentos que se dieron para justificar el eventual fracaso del programa  se encuentra el hecho de que los requisitos para que las empresas pudieran calificar para ingresar al PPE eran altos. Dentro de éstos, se encontraba la necesidad de estar al corriente con las cuotas obrero-patronales del IMSS, entre otras. Así, a decir del titular de esta institución, Juan Molinar, actualmente 40% de las empresas enfrenta una situación de endeudamiento con el IMSS, lo que las aleja del uso del programa.
Por otro lado, voces del sector privado han criticado el programa pues argumentan que el subsidio que se otorga a las empresas por la contratación de personal sin experiencia puede no compensar de manera efectiva los costos adicionales que implican su capacitación y reclutamiento especiales –erogaciones que suelen no ser necesarias cuando se contrata a trabajadores con experiencia–. Asimismo, se argumenta que la inversión requerida para crear nuevas plazas para jóvenes sin experiencia tampoco se solventa de manera rentable con la contrapartida del subsidio. Lo anterior, aunado al poco número de empresas candidatas a ingresar al programa por el requisito de las cuotas al IMSS, llevó a que se anunciara a mediados de agosto que el Programa de Primer Empleo otorgará un subsidio a las empresas durante un período máximo de 12 meses, destinado a cubrir la parte de las cuotas obrero-patronales que les correspondería pagar ante el IMSS por la contratación de nuevos trabajadores.
El monto del subsidio se determinará en función del salario base de cotización (SBC) de los nuevos trabajadores: los registrados con un SBC menor a 10 salarios mínimos recibirán un subsidio de 100%; el monto disminuirá progresivamente hasta alcanzar 10% para los registrados con un SBC mayor a 20 salarios mínimos.
El mecanismo de pago del subsidio es hasta por los primeros 12 meses de aseguramiento y se entregará en 12 pagos mensuales a partir del décimo mes, entonces, la empresa deberá solicitar mensualmente al IMSS la entrega del subsidio correspondiente.
Los requisitos para obtener y mantener el derecho a recibir el subsidio son los siguientes: Mantener el aseguramiento ante el IMSS del trabajador registrado en el Programa al menos durante 10 meses continuos y estar al corriente en el pago de todas sus obligaciones fiscales.
 Como se esperaba, las autoridades divulgaron disminuir la exigencia del pago al corriente de cuotas. Así, se extendieron períodos mas largos  para la actualización de pagos con el fin de que pudieran inscribirse al programa quienes no se encontraran al día en ese rubro.
Las reformas fiscales, aunque no son propiamente una medida de carácter laboral, tiene un fuerte impacto en la situación del mercado de trabajo, por lo que una de las grandes preocupaciones de la sociedad derivadas de su aprobación, es el efecto que se espera tenga en el empleo.
El proyecto inicial de reforma fiscal formulado por el gobierno federal causó alarma, en el sentido de que se creó un nuevo impuesto: El llamado Contribución Empresarial a Tasa Única
(CETU), tributo cuya base de cálculo (base de efectivo) no autorizaba la deducción de los salarios, lo que de inmediato se advirtió por diversos sectores como un potencial obstáculo para la generación de empleos. Finalmente y pese al intenso proceso de negociación política, el proyecto de reforma aprobado sufrió algunas  modificaciones, en la idea de aumentar los efectos en el nivel de ocupación en el mediano y largo plazo.
Por lo que respecta al desempeño de los programas gubernamentales de fomento a la generación de empleo ya en marcha, es prematuro detallar los efectos resultantes en el empleo y los salarios; se puede mencionar un cambio en la estrategia que se venía aplicando en el área de intermediación laboral, donde funcionaban los mecanismos de promoción de plazas de trabajo denominados Chambatel y Chambanet, que ahora se prevé, se fusionen para proporcionar un servicio más eficiente y completo (sus porcentajes de colocación de solicitantes de empleo fueron de apenas 4.3 y 9.3 respectivamente durante el período enero-julio de 2007).
El comportamiento de algunos de los principales indicadores del mercado de trabajo muestra la falta de coordinación en el diseño de políticas económicas destinadas a favorecer la creación de empleos. Los salarios contractuales durante el primer semestre mostraron una tendencia ligeramente creciente acompañada de cierta estabilidad en el nivel general de precios, sin embargo, esto no garantiza que las condiciones en materia de remuneración sean del todo favorables.
Por su parte, en el nivel de desempleo se observa una tendencia poco definida, pero se debe resaltar la consideración de que el ritmo de crecimiento de la PEA puede propiciar la inestabilidad del nivel de salarios en el corto y mediano plazos si no se generan las oportunidades de trabajo.
La situación de las políticas del mercado laboral observadas durante el primer semestre del año nos indican la carencia de un proyecto integral de política económica que genere incentivos de mercado para el crecimiento económico, y por ende, para la creación de empleos.
Si bien es de reconocer la instrumentación de programas que alienten la contratación de recursos humanos de las empresas, se debe de advertir también, que éste se encuentra en función de estímulos más poderosos que se asocian a políticas temporales,  cuya lógica es la de propiciar las condiciones para la expansión de la productividad.
La creación de empleos como un objetivo de la gestión gubernamental, se convierte en un fin económico políticamente correcto, electoralmente rentable, pero de poco sustento en la lógica económica.
En los últimos 13 años, de 1994 (fecha de entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio) al 2006, los niveles de vida y trabajo de la población en México se han deteriorado drásticamente provocando: una migración acelerada de trabajadores principalmente a los Estados Unidos, el crecimiento desmedido del empleo informal, un deterioro acelerado de las condiciones laborales de los trabajadores, y el incremento en los niveles de desigualdad social en el país.
Es evidente que esta situación no se debe en sí únicamente al Tratado de Libre Comercio, sino a la política económica integral que se ha venido impulsando, la cual no solamente no ayudó a resolver problemas que se venían padeciendo como la caída salarial o la falta de empleos dignos, sino que contribuyó a profundizarlos y ampliarlos.
Las exportaciones si bien crean empleos directos también destruyen otros al acabar con proveedores nacionales en la medida en que se surten de insumos importados. Lo que México aporta es la mano de obra y recursos naturales baratos y aún así, no se tiene un efecto multiplicador importante en el empleo.
La inversión extranjera directa que ha llegado a México en esta etapa no ha repercutido en un crecimiento significativo de la economía pues buena parte se destinó a la compra de empresas ya existentes. Por ejemplo, la mitad de la inversión se destinó a la compra de bancos mexicanos y la otra mitad al sector manufacturero. No ha llegado inversión al campo y tampoco a las zonas marginadas del país, que son las principales expulsoras de mano de obra hacia las ciudades y el extranjero.
Lo anterior ha provocado que hoy la situación de los trabajadores y la población en general se encuentre en peores condiciones que hace 13 años. Los siguientes datos ejemplifican este dicho:
1. En relación al empleo, de 1993 a 2005 creció la PEA (Población Económicamente Activa) en 10.2 millones de personas, y solo se crearon 3.4 millones de empleos formales lo que arroja un déficit de 6.7 millones. Esta es una de las causas del crecimiento del empleo informal y de la migración de trabajadores a los Estados Unidos. Se considera que la mitad de los trabajadores del país, 21 millones están en la economía informal. Estos trabajadores no tienen ingreso permanente ni estabilidad en el trabajo, carecen de seguridad social y no reciben ninguna prestación laboral. A nivel de negocios, éstos no pagan impuestos y por tanto no contribuyen al gasto social.
La falta de oportunidad de empleo aunado a los bajos salarios han convertido a México en el campeón de la migración mundial, superando a países como India o Turquía, con 11 millones de connacionales en Estados Unidos y 28 millones de personas de origen mexicano en ese país, según información de la Red Internacional de Migración y Desarrollo. Con el TLC aumenta además la migración de profesionistas que ascendía hasta el año pasado a un millón de personas.
Actualmente, la segunda fuente de divisas del país la constituyen las remesas que envían los trabajadores mexicanos a sus familias, 25 mil millones de dólares durante 2006, esto es, 68 millones de dólares diarios. Evidentemente, a la larga, esto supone una pérdida de recursos productivos para México y la despoblación de importantes regiones que ya no cuentan con la fuerza laboral suficiente para crecer.
2. El deterioro del empleo. En 13 años se han creado pocos empleos, la mayoría de mala calidad. Por ejemplo en el año 2000, el 61% de los trabajadores no recibían prestaciones laborales prescritas por ley como la seguridad social, vacaciones, o pago de tiempo extra. Solo la época del TLC aportó 3 millones de trabajadores a este sector.
En este mismo sentido, de 42.3 millones de trabajadores existentes en 2006, 28 millones recibieron un ingreso de hasta 3 salarios mínimos; de éstos, más de 3 millones no percibieron ningún ingreso por su trabajo y 6 millones ganaron menos del mínimo.
Comparados con los de Estados Unidos y Canadá, los salarios mexicanos han caído mucho más. En 2004 un trabajador de las fabricas en Estados Unidos ganaba 23.17 dólares la hora, en Canadá 21.42, y en México 2.50. De 1975 a 2004 México no tuvo un solo año de progreso salarial, con respecto a Estados Unidos la caída salarial en este tiempo fue de 50%.
3. La pérdida de capacidad adquisitiva del salario en 20 años ha sido de 70%. De diciembre 94 a mayo 2006 los precios de la canasta básica subieron 551% pasando de 31 pesos a 202 pesos diarios. El salario mínimo al contrario, subió solamente 218% al pasar de 15.2 a 48.6 pesos diarios. Esta erosión salarial ha tenido como fin el abaratar los costos de las empresas a partir del factor trabajo; de cada peso que antes le costaba al patrón contratar un trabajador, hoy sólo le cuesta 61 centavos.
Para enero del 2007, se necesitaban 162 horas de trabajo de salario mínimo para adquirir una canasta básica con 42 alimentos, sin contar el pago de transporte, servicios y vivienda.
4. el deterioro de las condiciones de trabajo incluye nuevas formas de explotación laboral como son la subcontratación laboral, crecimiento del trabajo eventual, el empleo por honorarios, el trabajo de menores y la industria familiar, entre otras.
La situación laboral y salarial es facilitada por el sistema de control sindical que se mantiene en el país a pesar de los cambios políticos de los últimos tiempos. En materia sindical nos encontramos con un crecimiento del sindicalismo patronal que incluye formas de contratación que protegen al patrón ante la eventualidad de la organización de sus trabajadores. Es una auténtica simulación que en la práctica impide a los trabajadores defender sus derechos laborales o mejorar su situación salarial o laboral a partir de la organización colectiva.
Un ejemplo muy claro y evidente del modelo de empresas que han crecido en los últimos años es el de Wall-Mart, empresa considerada como emblema de la economía globalizada por sus ingresos y por ser la corporación trasnacional más grande del mundo, con un número de empleados de más de un millón de personas.
En relación a las condiciones en que opera en México Wall-Mart, cuenta en todos sus establecimientos con sindicatos patronales y contratos de protección, los trabajadores no saben quien los representa y los intentos que varios empleados han tenido para conocer sus contratos de trabajo se han topado con despidos fulminantes por parte de la patronal.
Esta trasnacional emplea en el país a dos terceras partes de los 9 mil menores de edad que trabajan como empacadores en las tiendas de autoservicio. La mayoría de estos chicos proviene de familias pobres, no se les paga salario y viven de las propinas de los clientes, no tienen contratos de trabajo, tampoco seguridad social ni prestaciones. Sin embargo, sí son obligados a comprar sus uniformes de trabajo, a cumplir con horarios mínimos de 5 horas, tienen responsabilidades laborales y pueden ser castigados si incumplen las reglas de trabajo. Obviamente, esta situación laboral abarata el costo de la mano de obra; el no pago de estos salarios significa un incremento directo a las utilidades de la empresa.
En México, las exportaciones han crecido y la inversión directa también, sin embargo ello ha conducido al deterioro del nivel de vida de la gente y al incremento de la pobreza de los trabajadores mexicanos, es decir, las exportaciones y la inversión han crecido a costa de la pobreza de las mayorías.
Lo anterior significa que se debe de impulsar una política económica nacional, donde el incremento salarial sea palanca de desarrollo y las políticas sociales el complemento necesario para enfrentar las desigualdades e impulsar la justicia social.
 
 Bibliografía
Banco de México (2007), Indicadores económicos y financieros, México.
http://www.inegi.gob.mx/inegi/
Agenda Estadística de los Estados Unidos Mexicanos, INEGI, 2007
Cuaderno de Información Estadística, número 420, INEGI, marzo de 2008,
http://www.stps.gob.mx/
 
Culiacán, Sinaloa, verano de 2012
Antony Peper
 
 
 

domingo, 16 de septiembre de 2012

DOCENTE FORMADO EN COMPETENCIAS PROFESIONALES INTEGRADAS


VENTAJAS DE LA FORMACIÓN DEL DOCENTE FORMADO EN COMPETENCIAS PROFESIONALES INTEGRADAS

 
 
FORMACION DOCENTE POR COMPETENCIAS PROFESIONALES INTEGRALES
 
El plan de estudios vigente de la Facultad de Trabajo Social Culiacán de la Universidad Autónoma de Sinaloa fue diseñado siguiendo los planteamientos del Modelo de Educación Basado en Competencias (MEBC) en la idea de “incrementar la competencia académica y profesional que permita una inserción más ventajosa en el mercado de trabajo, cumplir con los criterios de calidad que se impulsan a través de los CIEES y acceder a la acreditación de un  organismo del Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES)” (León Cristerna, y otros, 2006).
Lo anterior significa, que la idea que subyace en la fundamentación de esta propuesta descansa en una concepción promovida por la los estados supranacionales promoventes de la globalización capitalista como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados americanos (OEA), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Bando Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), misma que es recogida por organismos internacionales subalternos, tales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO), hasta llegar a nivel local a través de  la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de educación superior (ANUIES), cuyas indicaciones son retomadas por los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES) y el Consejo Para la Acreditación de la Educación Superior ( COPAES), quienes de manera puntual transmiten las sugerencias a las Instituciones de Educación Superior (IES), para que éstas las hagan llegar a las Dependencias de Educación Superior (DES) para su puntual cumplimiento.
En este intríngulis, el sólo hecho de diseñar una propuesta basada en este paradigma educativo, entraña serias dificultades, tal y como ha ocurrido en la Facultad de Trabajo Social Culiacán, pues si bien es cierto, se logró concretar esta propuesta curricular en el terreno de lo formal, en el terreno de lo real, su operativización entraña serias dificultades, pese a que han transcurrido 6 años de su vigencia.
Comprometer a un docente para que opere un currículo basado en competencias profesionales integrales, sin haber sido formado en ello y para ello, es cosa seria; de ahí que diseñar, operar y evaluar un programa de formación docente de esta naturaleza es una primera ventaja de origen, de la cual pueden derivarse muchas otras ventajas más, siempre y cuando sea atendida  formativa previa de los docentes y administradores del curriculo.
Durante la primera etapa del diplomado, denominado “FUNADAMENTACIÓN DE LA FORMACIÓN POR COMPETENCIAS  PROFESIONALES INTEGRADAS”, bajo la batuta de la docente Jesús Antonia Suzuki Lugo, nos pudimos percatar de que en éste modelo subyacen diversas concepciones ideológicas y pedagógicas, las cuales es indispensables que los docentes conozcan y se comprometan en alguna de ellas, ya que “En la adopción de un desarrollo curricular bajo el enfoque por competencias (EBC) el conocimiento de las concepciones que adoptan las instituciones y las que suscriben los profesores que pondrán en práctica esa propuesta resulta indispensable. El análisis realizado permite apreciar parte de la complejidad que conlleva la mera adopción de una u otra concepción” (Ulloa Lugo, Suárez, & jiménez Martínez, 2010).
Un programa de capacitación continua en este tenor nos beneficiaría, en el sentido de que el docente estaría en condiciones de efectuar un análisis cuantitativo y cualitativo acerca de las implicaciones y consecuencias que conlleva poner en práctica una u otra concepción del MEBC, particularmente, la referida a la que está implícita y explícitamente fundamentando la propuesta curricular del plan de estudios de nuestra facultad.
Formar al docente en competencias profesionales integradas, en el terreno de lo formal, podría parecer ventajoso en el sentido de que se le formaría para que pudiera desempeñar eficientemente el puesto ocupado como docente, lo anterior, por el hecho de que se cubriría el requisito que de forma es exigido por los organismos evaluadores, acreditadores y certificadores de los procesos y resultados de los programas educativos, con los que las IES y lasDES se habrían comprometido, dado que se contaría con el docente ideal para desempeñarse  como tal.
En términos generales, el docente idóneo que se desempeñe en una DES que opere bajo el MEBC, deberá tener las características siguientes (Martínez Pérez, 2012):
·         Practica y promueve el respeto a la diversidad de creencias, valores, ideas y prácticas sociales entre sus colegas y entre los estudiantes.
·         Favorece entre los estudiantes el autoconocimiento y la valoración de sí mismos.
·         Contribuye a la generación de un ambiente que facilite el desarrollo sano e integral de los estudiantes
·         Organiza su formación continua a lo largo de su trayectoria profesional.
·         Domina y estructura los saberes para facilitar experiencias de aprendizaje significativo.
·         Planifica los procesos de enseñanza y de aprendizaje atendiendo al enfoque por competencias, y los ubica en contextos disciplinares, curriculares y sociales amplios.
·         Lleva a la práctica procesos de enseñanza y de aprendizaje de manera efectiva, creativa e innovadora a su contexto institucional.
·         Evalúa los procesos de enseñanza y de aprendizaje con un enfoque formativo.
·         Construye ambientes para el aprendizaje autónomo y colaborativo.
·         Contribuye a la generación de un ambiente que facilite el desarrollo sano e integral de los estudiantes.
·         Participa en los proyectos de mejora continua de su escuela y apoya la gestión institucional.
De acuerdo con los lineamientos del Programa de Formación Docente de Educación Media Superior (PROFORDEMS) (Proford, 2012).
Las ventajas educativas del enfoque integrado por competencias en el diseño curricular, se sintetizan en el siguiente cuadro:
VENTAJAS EDUCATIVAS DEL ENFOQUE INTEGRADO DE COMPETENCIAS EN EL DISEÑO CURRICULAR.
Modelo escolar tradicional
Modelo orientado a formación por competencias
Evaluación orientada a conocimientos
Evaluación orientada a desempeño de tareas
Tratamiento como estudiante
Tratamiento como profesional
Equipos escolares
Equipos multidisciplinarios o juego de roles
Temas
Tareas/Procesos
Conocimientos temáticos
Conocimientos herramienta
Habilidades académicas
Habilidades profesionales
Fragmentación de la competencia
Integración de la competencia
Ejercicios escolares
Prácticas en ámbitos reales o con simuladores
Considerar de manera integral las competencias profesionales, significa tomar en cuenta, de manera interconectada, los valores, actitudes, conocimientos y habilidades como componentes de la competencia; no tomar en cuenta lo anterior, supone la fragmentación de la competencia, lo cual se agrava, cuando los programas formativos separan la teoría de la práctica.
Formar en competencias integradas, supone considerar que la teoría no deberá estar separada de la práctica, por lo que, el docente habrá de tratar al estudiante como un profesional en ciernes, vinculado a prácticas profesionales, ya no académicas, como son concebidas en los planes de estudios tradicionales, por lo que el docente cuando deja tareas a cumplir por el alumno, deberán de considerarse no como deberes escolares, sino como tareas profesionales, tendientes a involucrar al estudiante en ejercicios de creciente complejidad encaminados a resolver problemas de la vida personal y profesional, introyectándole la idea de que desde el momento mismo en que se ingresa a la carrera, empiece a verse como un profesional en permanente desarrollo, es decir, que sienta en su interior, que significa pensarse y actuar como profesionista.
Culiacán, Sinaloa, Otoño de 2012
Antony Peper
 
 
BIBLIOGRAFÍA:
 
León Cristerna, J. M., Varela Sánchez, M. M., Brun Corona, N. Y., Valenzuela Barraza, D., Soto Izaguirre, J. H., Cortés García, C., . . . Castro Torres, M. I. (2006). Plan de Estudios Unificado de las Escuelas de Trabajo Social. Culiacán: UAS.
Martínez Pérez, L. (5 de julio de 2012). Observatorio Filosófico de México. Obtenido de http://www.ofmx.com.mx/
Proford. (21 de julio de 2012). Programa de Formación Docente. Obtenido de http://www.profordems.cfie.ipn.mx/content/lineamientos_beneficiarios.htm
Ulloa Lugo, N. Y., Suárez, C. p., & jiménez Martínez, C. A. (25 de agosto de 2010). Concepciones de competencias. Sus implicaciones en el Curriculo y en el Rol del Docente. Recuperado el 10 de agosto de 2012, de Consejo Mexicano de Investigación Educativa: www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica