martes, 27 de marzo de 2012

VIOLACION A MUJERES INDIGENAS


MÉXICO: Violar en Chiapas sale gratis, si ella es indígena más
- IPS Inter Press Service
Martes, 27 de Marzo 2012
IPS /Cimac
Por Patricia Chandomí *
     
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, México, mar (IPS)

- En el sureño departamento de Chiapas, en México, las violaciones sexuales a mujeres son pan de cada día y a las víctimas se les niega la justicia.

Si resulta un embarazo, también se les impide el aborto legal.
     
En un caso de flagrante impunidad, Celestino López Hernández, quien violó en diversas ocasiones a una mujer indígena con síndrome de Down, sigue en libertad a pesar de que el hecho fue denunciado ante las autoridades judiciales del estado y hubo orden de aprehensión.
     
Hilda Álvarez Hernández, indígena de 26 años, fue violada por vez primera cuando tenía 16 en el municipio de Huixtán, de mayoría indígena y lengua tzotzil.

Chiapas es el estado que tiene el mayor porcentaje de población que habla solo una lengua indígena: 36 por ciento.
     
Desde hace 10 años, su madre, Celia Hernández, clama justicia y de manera constante viaja a San Cristóbal de las Casas, la tercera ciudad del estado, distante 35 kilómetros, para preguntar si ya fue detenido el agresor de su hija.
     
Además de la impunidad judicial, Hernández y su hija padecieron la
      negligencia de las autoridades sanitarias, las cuales impidieron la
      interrupción legal del embarazo de la menor de edad, producto de la violación sexual.
      La historia "Yo no me di cuenta que a mi hija la violaban, hasta que ella dejó de reglar; me di cuenta que estaba embarazada y supe de la violación", relató Hernández, quien tiene 70 años.
     
Pese a cumplir con las tres causales por las que se permite el aborto en Chiapas (violación, peligro de muerte para la madre y malformaciones congénitas graves), las instituciones de justicia y de salud en el estado le negaron la práctica del aborto.
     
 "El trabajo en el campo es duro, el día no te alcanza para desgranar maíz, molerlo, hacer las tortillas (tortas de maíz), hacer la comida, cuidar a los hijos, ayudar en la milpa (labranza), lavar la ropa, y apenas sale para comer, no hay para doctores, ni medicina", desgranó la madre.
    
  "Ya estoy vieja, yo no quería que Hilda tuviera un hijo, a duras penas puedo cuidarla a ella, que en realidad es una niña de cuatro años, hay que cambiarla, bañarla, darle de comer.

¿Quién los va a cuidar cuando yo me muera?", se preguntó.
     
En 2003, Hernández acudió a diferentes instituciones de salud –entre ellas el Centro "Los Pinos" de la Secretaría de Salud estadal– para que le ayudaran a interrumpir el embarazo de su hija.
     
Las respuestas fueron desde "no la podemos atender", hasta "aquí no
      tenemos orden para matar sino para dar vida, aquí no matamos gente".

"Yo les expliqué que me interesaba la vida de mi hija de 16 años, pero por las respuestas que nos dieron parece que para ellos primero muerta antes que abortar", lamentó la indígena.
     
Siguiendo los procedimientos legales, Hernández levantó la denuncia ante la Subprocuraduría indígena en enero de 2003, reporta el Colectivo Feminista Mercedes Olivera (Cofemo) de San Cristóbal de las Casas, que lleva el caso de Hilda Álvarez.
     
 "Cuando Celia habló del embarazo y la posibilidad de interrumpirlo la licenciada que levantó la denuncia le dijo: ‘No se puede interrumpir.
     
 ¿Acaso quieres irte a la cárcel? Además si lo hacen no van a haber pruebas de la violación", informa Cofemo.
     
A los tres meses de puesta la denuncia, en marzo de 2003 las autoridades giraron la orden de aprehensión contra López, el violador.

Para ese entonces Álvarez tenía ya cinco meses de embarazo.
     
Al sexto mes de gestación la indígena tuvo un sangrado mientras era
      trasladada a San Cristóbal de las Casas. El producto nació muerto. Álvarez fue atendida en el Hospital Regional, donde le realizaron una limpieza uterina.
     
El médico que la trató le dijo a su madre que era necesario realizarle una salpingoplastia (ligadura de trompas) para que –de acuerdo con sus palabras– "si le vuelve a pasar lo mismo (la violación) ya no quede embarazada".
     
Hernández se indignó por el comentario del médico. "Mi hija no tiene porque volver a ser violada; si realmente hay justicia para las mujeres, ella no tiene porque pasar por lo mismo nunca más", afirmó.
     
Vía crucis 

Aunque se giró la orden de aprehensión, esta nunca se ejecutó pues la policía puso de pretexto que no quería entrar a Huixtán por la existencia de grupos armados, en uno de los municipios en que irrumpió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994.
     
Así, el expediente penal 79/2003 del Juzgado del Ramo Penal, Distrito Judicial Las Casas, quedó archivado con todo y la orden de aprehensión contra López.
     
El colmo se produjo cuando el agresor volvió a violar a la joven indígena en 2007. Ella quedó otra vez embarazada y tuvo a una niña, también con síndrome de Down.
     
Ahora Hernández tiene que hacerse cargo de todas las tareas de la casa, velar por la manutención de su familia y cuidar a su hija y su nieta.
      En Chiapas, las violaciones sexuales denunciadas ante el Ministerio Público (fiscalía) se han más que duplicado, al pasar de una tasa de 14,8 por cada 100 mil mujeres en 2005 a 34 en 2009.
     
Como resultado, el estado pasó del lugar 25 al décimo en la escala
      nacional en incidencia de este delito, entre las 32 entidades del país, según la Comisión Especial de Feminicidio de la Cámara de Diputados.
     
En diciembre de 2009 el parlamento regional reformó el artículo cuarto de la Constitución del estado, para "proteger la vida desde el momento de la concepción".
     
*Una versión de este artículo fue publicada originalmente por la agencia mexicana de noticias Comunicación e Información de la Mujer AC, Cimac.
   

sábado, 24 de marzo de 2012

DIA DE LA FAMILIA MEXICANA

FUENTE: TRABAJO SOCIAL EN RED

Les compartimos un interesante documento del Instituto Nacional de Estadística y Geografía que con motivo del Día Mundial de la Familia publicó en su portal el pasado 1º. de marzo de 2012.
  • Datos censales de 2010 indican que la mayor parte de los hogares son familiares (90.5%) y 97.3% de la población residente del país forma parte de éstos.
  • Del total de hogares familiares, siete de cada diez son nucleares y 28.1% son extensos.
  • En los hogares extensos, 62.7% convive la nuera, el yerno o los nietos del jefe del hogar, indistintamente de la convivencia de otros parientes.
  • El 77.7% de los hogares familiares tienen como jefe a un varón y 22.3% a una mujer.
  • En 45% de los hogares familiares sólo un integrante se inserta en el mercado laboral (población ocupada), en 31.3% de los casos son dos integrantes quienes cumplen con esta condición y en 15% son tres los que laboran, en 8.6% ninguno de sus integrantes forma parte de la población ocupada.
Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado; es el grupo social básico en que la mayoría de la población se organiza para satisfacer sus necesidades y en el cual los individuos construyen una identidad por medio de la transmisión y actualización de los patrones de socialización.

Los cambios demográficos, económicos, sociales y culturales ocurridos en México durante las últimas décadas, han influido en la evolución y composición de las familias, lo que invita a reflexionar sobre su situación actual, identificando problemáticas que deben ser atendidas mediante servicios y políticas públicas encaminadas a garantizar el bienestar de sus integrantes. En 2006 se decretó el primer domingo de marzo como “Día Nacional de la Familia”, para conmemorarlo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presenta una breve caracterización de las familias en nuestro país.

COMPOSICIÓN DE LOS HOGARES


Tradicionalmente se ha utilizado el concepto de hogar como aproximación de familia, ya que por cuestiones operativas los ejercicios para la generación de información estadística básica (censos, conteos y encuestas) utilizan el hogar como unidad de recolección y análisis de datos; no obstante, este concepto también ha evolucionado, en el levantamiento censal de 2010 surgió el término de hogar censal que difiere de la definición utilizada tradicionalmente en otros eventos censales y encuestas en
hogares, pues se refiere al grupo de personas vinculadas o no por lazos de parentesco que residen habitualmente en la misma vivienda.

Si bien hogar no es sinónimo de familia, es posible aproximarse a la situación que acontece en el ámbito de la vida cotidiana de la familia, debido a que en los censos y encuestas se registra el vínculo que tiene cada uno de los miembros del hogar con el jefe (ya sea consanguíneo, conyugal, de afinidad, adopción o costumbre), y con ello distinguir los diversos arreglos residenciales.

En México, la mayor parte de los hogares son familiares (90.5%) y 97.3% de la población residente del país forma parte de estos hogares. La proporción de los hogares no familiares es de 9.3% y la conforman los hogares unipersonales o grupos de personas que no tienen parentesco con el jefe del hogar (hogares corresidentes). Los hogares familiares encuentran su fundamento en las relaciones de parentesco que existen entre sus miembros, hay casos donde el jefe convive sólo con sus hijos (hogar monoparental), o bien, convive con sus hijos y su cónyuge (biparental), en conjunto, a estos hogares se les denomina nucleares y representan 70.9% del total de los hogares familiares. Otra situación se da cuando a los hogares nucleares se incorpora la residencia de otros parientes (hogar ampliado) o de personas que no tienen parentesco con el jefe del hogar (hogar compuesto), en suma, representan 28.1% de los hogares familiares.

Distribución porcentual de los hogares por tipo y clase, 2010

Nota: La suma en el tipo y clase de hogar puede ser menor a 100 debido al no especificado.
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.

Ante la creciente dificultad económica de iniciar o mantener constituida una familia, se observa un aumento paulatino en el número de hogares con estructura extensa (hogares ampliados y compuestos), en 1990 la proporción de hogares extensos representaba 20.7% del total de los hogares familiares, es decir, siete puntos porcentuales menos al observado en 2010. En este último año y de acuerdo con datos de la muestra censal, en 62.7% de los hogares extensos convive la nuera, el yerno o los nietos del jefe del hogar (sin importar la convivencia con otros parientes).

CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS DE LOS JEFES EN HOGARES FAMILIARES

Regularmente los miembros reconocen al jefe de un hogar por ser la persona más importante del grupo, es decir, aquella que está presente regularmente en el hogar y quien es además, la persona con mayor autoridad en la toma de decisiones o el principal soporte económico. En general, los hombres asumen la jefatura de su grupo doméstico una vez que se unen conyugalmente y forman su propia familia, conservando el estatus a lo largo del tiempo; por el contrario, las mujeres comúnmente sólo son reconocidas como la autoridad del grupo cuando no tienen cónyuge, debido a una separación, divorcio o viudez, lo cual ocurre con mayor frecuencia en edades avanzadas.

En 2010, del total de los hogares familiares, 77.7% tienen como jefe a un varón y 22.3% a una mujer. La estructura por edad de los jefes en hogares familiares muestra que los hombres son más jóvenes que las mujeres: en los primeros, 64.3% tienen de 12 a 49 años de edad mientras que en las jefas esta proporción es de 52.9 por ciento; en general, la edad promedio de los hombres que dirigen un hogar familiar es cuatro años menor que las mujeres que asumen esta misma condición.

La situación conyugal confirma que ser jefa de hogar se asocia con una disolución de la unión y con una ausencia del cónyuge. Tres de cada diez (28%) mujeres que dirigen un hogar familiar son viudas, una proporción similar (29.2%) están separadas o divorciadas; sólo en 28.7% la jefa se encuentra unida (casada o en unión libre) y de éstas, en 31.4% de los casos, el cónyuge no reside en el hogar, en general, hay ausencia del cónyuge en 78.4% de los hogares familiares con jefatura femenina. En cambio, la proporción de hombres que dirigen un hogar familiar y que actualmente están unidos es alta (94.4%), sólo 3.6% están separados, divorciados o viudos y 1.9% se mantiene soltero.

Distribución porcentual de los jefes de hogares familiares por situación conyugal según sexo, 2010
Nota: La suma en la situación conyugal es menor a 100 debido al no especificado.
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.









La mayor presencia femenina en el mercado laboral responde a una necesidad en la generación de ingresos con la cual contribuyen a sostener el nivel de vida de sus familias; datos censales de 2010 indican que la participación económica de las jefas que dirigen un hogar familiar es del 49.7% y se acentúa en las edades de 30 a 49 años donde la tasa supera 66 por ciento; en los hombres la tasa de participación económica aumenta a 88.4% y se acentúa en un rango mayor de edad (15 a 54 años) con tasas que superan 90 por ciento.

En México una significativa proporción de los adultos mayores permanecen en alguna actividad económica, lo que puede obedecer a una decisión voluntaria vinculada con el deseo de seguir realizándose como personas, aunque también puede estar sujeta a la necesidad de un ingreso suficiente, dada la falta de prestaciones sociales o lo reducido de los montos de las jubilaciones y pensiones. La tasa de participación económica de los jefes de 60 años y más que dirigen un hogar familiar es de 43.4 por ciento; en los hombres esta condición es mayor (55%) que en las mujeres (16.1por ciento).

Tasa de participación económica de los jefes de hogares familiares por grupos de edad según sexo, 2010
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.












La organización de las tareas entre los integrantes de la familia se asocia con el rol que es asignado dentro del grupo, la realización de la mayor parte de las tareas relacionadas con el mantenimiento cotidiano de la vivienda (también conocidas como tareas del hogar), así como el cuidado de niños y enfermos recaen directamente en las mujeres, principalmente por razones socioculturales, por lo general son ellas las que combinan en mayores proporciones el trabajo doméstico con labores extradomésticas. La información que proporciona la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) 2009 señala que las jefas dedican en promedio 9.3 horas a la semana a la limpieza de la vivienda y 22.9 horas al cuidado de los niños, mientras que los jefes destinan menor tiempo a estas tareas (3.5 y 11.8 horas, respectivamente).

Promedio de horas a la semana que los jefes del hogar dedican a las actividades cotidianas por tipo de actividad según sexo, 2009
Fuente: INEGI. Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2009. Base de datos.













POBLACIÓN EN HOGARES FAMILIARES

En las últimas décadas la sociedad mexicana ha experimentado transformaciones que influyen en la conformación de los arreglos familiares, las cuales tienen que ver con las tendencias observadas en la fecundidad, mortalidad y migración, así como con los cambios en los patrones de la nupcialidad asociadas principalmente con la postergación a la primera unión y la disolución de las uniones. Particularmente, los cambios en la fecundidad y la mortalidad han provocado un proceso de envejecimiento de la población que ha afectado la composición por edad de los integrantes del hogar, de forma tal, que pueden convivir varias generaciones.

Según datos del censo 2010, en 64.7% de los hogares familiares hay al menos un niño de 0 a 14 años, en 64.9% cohabita al menos un joven de 15 a 29, en 82.7% hay al menos un integrante de 30 a 59 años y en 24.5% al menos un adulto mayor de 60 años y más. El índice de dependencia nos da una aproximación de la cohabitación de diversas generaciones en el mismo hogar, en 20% de los hogares familiares no hay niños menores de 15 años ni población de 60 años y más, mientras que 4% no cuenta con personas en edad productiva (15 a 59 años) y en 76% confluye la cohabitación tanto de personas en edad productiva como de población dependiente (menores de 15 años y/o mayores de 59 años).

Un aspecto fundamental en la población infantil es su educación, se ha demostrado que los padres analfabetos tienden a tener menores expectativas y aspiraciones educacionales para sí mismos y sus hijos, en las familias de escasos recursos, es frecuente que se privilegie el trabajo antes que la educación, debido a su costo de oportunidad; la muestra censal de 2010 señala que en 1.8% de los hogares familiares existe al menos un niño de 8 a 14 años de edad que no tiene la aptitud de leer ni escribir, al revisar la situación de alfabetización de los jefes, se observa que en 28.5% de los casos el jefe es analfabeta; hay una proporción similar de hogares familiares donde existe al menos un joven de 15 a 29 años que no sabe leer ni escribir (1.8%), pero el porcentaje de jefes analfabetas en estos hogares aumenta a 43.8 por ciento. Por su parte, los resultados censales del cuestionario básico indican que en 6.5% de los hogares familiares donde hay niños de 6 a 14 años, al menos uno de ellos no asisten a la escuela, y si se considera la escolaridad del jefe del hogar entonces la proporción aumenta a 16.4% cuando éste no tiene instrucción.

Porcentaje de hogares familiares con niños de 6 a 14 años donde al menos uno de ellos no asiste a la escuela según escolaridad del jefe del hogar, 2010

Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.









La familia debe garantizar los satisfactores básicos para que sus integrantes gocen de una buena calidad de vida, en lo que se refiere a la alimentación, es evidente que representa un elemento básico para el desarrollo de un individuo y al respecto, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su Artículo 4° establece que “toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará”. La información del cuestionario ampliado del censo 2010 reporta que en 3.4% de los hogares familiares, en los tres meses previos a la entrevista, al menos una vez un integrante se quedó sin comer por falta de recursos económicos.

Es frecuente que los integrantes que se insertan en el mercado laboral aporten la totalidad o una parte de sus ingresos para que los miembros del hogar en su conjunto mantengan o mejoren su calidad de vida. Los datos censales de 2010 indican que en 45% de los hogares familiares sólo un integrante se inserta en el mercado laboral (población ocupada), en 31.3% son dos los que cumplen con esta condición y en 15% son tres los que se insertan en el mercado laboral, sólo en 8.6% ninguno de sus integrantes forma parte de la población ocupada. La proporción de hogares familiares con jefatura masculina que cuenta con dos o más de sus integrantes laborando (47.3%) es mayor que en los hogares con jefatura femenina (42.9 por ciento).

Distribución porcentual de los hogares familiares por número de integrantes ocupados de 12 años y más según sexo del jefe, 2010
Nota: La suma es menor a 100 debido al no especificado.
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.







La cohabitación de una persona de 60 años y más en los hogares extensos genera un contexto de apoyo en el cuidado de los niños o en la realización de quehaceres domésticos que faciliten la actividad laboral de otros integrantes; en los hogares nucleares, el rol del adulto mayor es distinto y puede seguir siendo el proveedor en el que se sustenta la economía del hogar. Ello no quiere decir que no existan adultos mayores en hogares extensos que trabajen o formen parte de un hogar nuclear y proporcionen un apoyo a sus redes familiares mediante el cuidado de los niños. Con datos censales de 2010 se puede corroborar que la población económicamente activa es más alta en los adultos mayores que forman parte de un hogar nuclear (34.8%) que aquellos que forman parte de un hogar extenso (28.4%); en ambos tipos de hogar se observa una alta proporción de población económicamente no activa de 60 años y más que realiza quehaceres domésticos, aunque es ligeramente mayor en los hogares extensos, en los nucleares hay una mayor presencia de jubilados o pensionados.

Distribución porcentual de la población no económicamente activa de 60 años y más en hogares familiares por tipo de actividad no económica según clase de hogar, 2009
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.
















CARACTERÍSTICAS DE LAS VIVIENDAS

Las características de las viviendas también permiten evaluar algunas condiciones relacionadas con el bienestar de sus ocupantes; la Organización Panamericana de la Salud menciona que la situación de precariedad e insalubridad de la vivienda, afecta la salud física, mental y social de las personas, especialmente de los niños y ancianos, que constituyen la población más vulnerable. La información del censo 2010 señala que del total de viviendas en donde los ocupantes se conforman como hogar familiar, 88.3% cuenta con agua potable en el ámbito de la vivienda, 90.5% tiene drenaje y el tipo que prevalece es el que está conectado a la red pública 79.6%, seguido de fosa séptica (18.4%), mientras que aproximadamente 2% tiene tuberías que descargan a barrancas, grietas, ríos, lagos o al mar. Por su parte, la cobertura en los servicios de electricidad es casi universal (98.1%) y también es alta la proporción de las que cuentan con excusado (95.8%), de estas últimas la gran mayoría tienen descarga directa de agua (67.6%), una cuarta parte (25%) aún le echan agua con una cubeta y en 6.8% de los casos no se le puede echar agua al excusado.

Otro aspecto de interés es el material predominante en los pisos de las viviendas, destaca que seis de cada cien tienen piso de tierra, información de relevancia debido a la asociación que esta situación guarda con el riesgo de contraer enfermedades de tipo infeccioso. Por otra parte, los datos de la muestra censal indican que en una de cada siete viviendas (14.4%) se cocina con leña o carbón, aspecto que se vincula con enfermedades respiratorias.

Porcentaje de viviendas donde los ocupantes se conforman como hogar familiar por servicios en la vivienda, 2010

Nota: Se refiere al total de viviendas particulares, excluye locales no construidos para habitación, viviendas móviles, refugios y la estimación de 448 195 viviendas sin información de ocupantes.
1 El agua entubada en el ámbito de la vivienda corresponde al agua entubada dentro de la vivienda y fuera de ésta pero dentro del terreno.
2 Incluye las viviendas que tienen servicio de la red pública así como fosa séptica.
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Base de datos.



AVISO DEL INEGI
Con esta información, el INEGI brinda indicadores para el conocimiento de la situación de la familia en el ámbito nacional.

Consulte este documento en el sitio del INEGI www.inegi.org.mx, en la Sala de Prensa:
Si requiere información por entidad federativa consulte nuestro sitio, acuda a los centros de información o comuníquese vía telefónica o por correo electrónico.

Bibliografía:
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (INEGI).
Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos. México, INEGI, 2011.
_____ Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario ampliado. Base de datos. México, INEGI, 2011.
_____ Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2009. Base de datos. México, INEGI, 2010.
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martes, 20 de marzo de 2012

POLÍTICAS SOCIALES


POLÍTICAS SOCIALES: ¿UNIVERSALES O FOCALIZADAS?
Norberto Alayón (*)
(*) Profesor Titular – Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

Empecemos por el final, afirmando, en una suerte de consigna: políticas sociales universales, sí; focalizadas, también.

El fundamentalismo neoliberal, en su perspectiva de arrasar con los derechos sociales, propició e impulsó con éxito la implementación de políticas focalizadas para “atacar” la pobreza, en desmedro de las políticas universales que tienden a garantizar los derechos para el conjunto de la población.

Ya es suficientemente conocido el fracaso del neoliberalismo y de sus políticas sociales para enfrentar a fondo el drama de la pobreza. De todos modos, hay que reconocer que las políticas sociales -por sí solas- (por más progresistas que sean) no resultan suficientes para contrarrestar el desempleo, el subempleo o para erradicar la pobreza.

La existencia de la pobreza deviene y está en la propia naturaleza del sistema capitalista. La esencia del capitalismo se centra en la búsqueda de ganancia y en la acumulación privada, en desmedro de la distribución equitativa de la riqueza socialmente producida (es decir, por todos).

  Pero el carácter básicamente antidemocrático del capitalismo se puede (y se debe) atenuar o neutralizar políticamente por la acción del Estado, mediante el derecho laboral y las políticas sociales.

El desarrollo económico no implica automáticamente desarrollo social. Para ello es necesario que el desarrollo económico vaya acompañado de vigorosas políticas de Estado, de carácter distributivo, que apunten a atacar la pobreza y que tiendan hacia una mayor igualdad.

Como dijera el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, “el Estado es un animal extraño, mitad ángel y mitad monstruo, pero, sin él, muchos otros monstruos andarían sueltos, insaciables, a la caza de ángeles indefensos.

Mejor Estado, siempre; menos Estado, nunca”.

Por cierto no es lo mismo la apropiación de riqueza por la vía de un salario significativo que perciban los trabajadores, que su distribución por la vía de políticas de subsidios, políticas asistenciales, etc.

Por supuesto, la variante preferida debiera ser la apropiación directa de riqueza por parte de los trabajadores, y si se tuviera que optar entre apropiación y distribución, la alternativa óptima sería la primera.

No obstante, resulta estratégica la defensa, la reivindicación y el fortalecimiento de los derechos sociales y la existencia de amplias y crecientes medidas de inversión en lo social, ya que cumplen una función de redistribución de la riqueza y de contribución hacia una mayor igualdad en la sociedad.

Toda medida que procure mejorar la distribución (primaria o secundaria) de la riqueza requiere ser apoyada firmemente. Por ejemplo, la moratoria previsional y la permanente actualización de las jubilaciones, la Asignación Universal por Hijo y también los subsidios (al transporte, a la luz, al gas, al agua, al boleto estudiantil, las exenciones a discapacitados, los descuentos a jubilados, los créditos diferenciados, etc.) significan importantes políticas de distribución secundaria de la riqueza.

Lo primero que suelen atacar y reducir los gobiernos conservadores son las políticas de bienestar social, que constituyen el aspecto más democrático de la acción pública, en tanto van dirigidas hacia el campo de los sectores populares de la sociedad.

Por el contrario, los gobiernos que asuman una perspectiva progresista deben ampliar al máximo posible las políticas sociales (universales y focalizadas) en beneficio de los sectores sociales históricamente más castigados.

El empleo formal, los salarios dignos, las políticas sociales universales y las políticas asistenciales, nos conectan con una propuesta de sociedad que tienda hacia la integración y no hacia la exclusión; que tienda hacia la equidad y no hacia la injusticia social; que tienda hacia el fortalecimiento de una nación para todos y no hacia la dualización de sus habitantes, con derechos marcadamente diferenciados, según pertenezcan a uno u otro sector social.

  En nuestras injustas sociedades (capitalistas), todo lo que se le transfiere a los sectores sociales previamente empobrecidos y vulnerados, es siempre inferior a lo que les corresponde como seres humanos.

De ahí que, sin dudar, nos posicionamos a favor de las políticas sociales universales en primer término, pero también defendemos las políticas sociales de asistencia, de subsidios, etc., toda vez que contribuyen a sostener o realizar un mayor bienestar de los sectores trabajadores o de conjuntos con necesidades particulares.

Buenos Aires, Marzo de 2012.

lunes, 12 de marzo de 2012

QUÉ ES LA LEY SOPA Y COMO NOS AFECTA

MOVIMIENTO MUNDIAL CONTRA LA LEY SOPA

LEY SOPA: NO A LA PIRATERIA EN INTERNET

MANUAL DE SEGURIDAD EN LAS ESCUELAS DE SINALOA

QUÉ ES LA CULTURA?

ESTUDIOS CULTURALES EN AMERICA LATINA 2

ESTUDIOS CULTURALES EN AMERICA LATINA

JORNALEROS AGRICOLAS DE MEXICO 1

JORNALEROS AGRICOLAS DE MEXICO 2

MIGRACION INTERNACIONAL EN MEXICO: ESTADOUNIDENSES

MOVIMIENTOS SOCIALES EN SINALOA

TRATA DE MUJERES Y NIÑAS EN MEXICO 1

TRATA DE MUJERES Y NIÑAS EN MEXICO 2

MANUAL DE LA CORRUPCION EN EL MUNDO 1

MANUAL DE LA CORRUPCION EN EL MUNDO 2

CAMBIO DE MODELO PRODUCTIVO Y UNIVERSIDAD

PUBLICIDAD O INFORMACION OFICIAL EN MEXICO

ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 1

ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2

RACISMO EN MEXICO

MAZATLAN, SINALOA MEXICO

VIAJEROS EN MEXICO: RIVIERA MAYA

VIAJEROS EN MEXICO: CIUDAD DE MEXICO

MIGRACION INTERNACIONAL EN MEXICO: ITALIANOS 1

MIGRACION INTERNACIONAL EN MEXICO: ITALIANOS 2

MIGRACION INTERNACIONAL EN MEXICO: RUSOS Y UCRANIANOS

MIGRACION INTERNACIONAL EN MEXICO: FRANCESES

MIGRACION INTERNACIONAL EN MEXICO: LIBANESES

MIGRACION INTERNACIONAL EN MEXICO: CHINOS

MIGRACION INTERNACIONAL EN MEXICO: COREANOS

MIGRACION INTERNACIONAL EN MEXICO: JAPONESES

sábado, 10 de marzo de 2012

RICOS Y POBRES DE MÉXICO UNIDOS


LOS MÁS POBRES DE MÉXICO
Vs
 LOS MÁS RICOS DEL MUNDO

Tener a los hombres más ricos del mundo que explotan a los más pobres de México, solo puede ser producto de una distribución de inequitativa de la riqueza apropiada por los primeros y producida por los segundos.

Ello no puede ser resultado de otra cosa más que de las políticas públicas implementadas por los gobernantes de todos los niveles y regiones del país.

En 2011, la revista Forbes, publicación que registra el ranking de la riqueza mundial, nos dice que 11 mexicanos acumulan una fortuna de 112,300 millones de dólares, lo que equivale al 10% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Para muestra, basta mencionar un botonzote, aún cuando Carlos Slim perdió 5,000 millones de dólares en el 2011, logró mantener su posición como el hombre más rico del mundo por tercer año consecutivo, al amasar una riqueza valuada en más de 69,000 millones de dólares.

Ricardo Salinas Pliego, le sigue de lejos al acumular 17, 5000 millones de dólares a través de la explotación de sus trabajadores y de la usura y rapiña de la que hace objeto a sus compradores y clientes de las empresas de su grupo empresarial: TV Azteca, Grupo Elektra, Banco Azteca y Grupo Iusacell.

Alberto Bailleres, acumula 16,500 millones de dólares ocupa el tercer lugar, mediante las utilidades que le aportan sus empresas: minera Peñoles, El Palacio de Hierro, Fresnillo y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM ), entre otras. Otros multimillonarios, que viene al caso mencionar son: el cofundador de la cadena de supermercados Aurrerá, Jerónimo Arango; el presidente de Gruma, Roberto González Barrera; el presidente del Consejo de Administración de Grupo Televisa, Emilio Azcárraga y el presidente del Consejo de Administración de Banamex, Roberto Hernández.

Por otro lado, coexisten pacíficamente, 2 millones de pobres, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en 1003 municipios de los 2400 que existen en el país, Lo que significa que más del 75% de la población mexicana vive en condición de pobreza.

Tener a los hombres más ricos del mundo, no puede ser motivo de orgullo cuando su riqueza es producto de la explotación de tres cuartas partes de la población, sobre todo cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó que la desigualdad social en México es la segunda más alta de las economías que integran este organismo que aglutina a las economías más ricas del mundo.

Mientras tanto, los viejos luchadores sociales siguen soñando con un mundo mejor, lamiendo las botas de los explotadores de sus supuestos representados.

Culiacán, Sin., invierno de 2012
Antony Peper

martes, 6 de marzo de 2012

POBREZA A SECAS

POBREZA A SECAS


La Organización Mundial del Trabajo (OIT) tiene como meta para el próximo decenio crear 600 millones de empleos, lo cual es bastante temerario ya que la crisis mundial de los últimos años ha dejado un aproximado de 27 millones de desempleados; fenómeno social y económico que ha golpeado fundamentalmente a los y las jóvenes, quienes difícilmente encuentran colocación a tiempo parcial y mediante contratación temporal.

De acuerdo con las tendencias mundiales, para el 2012, la economía mundial ha reducido drásticamente su capacidad para crear nuevos empleos; en lo que respecta a la economía mexicana, la situación se torna bastante difícil, pues se han combinado problemas económicos y sociales tales como: creciente informalidad en el empleo, desempleo creciente y bajos salarios.

Como producto de lo anterior, crece la pobreza de todo tipo entre los mexicanos, ya que se hace prácticamente inalcanzable la canasta básica de alimentos, tanto por sus altos precios como por su escacez.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para el 2011 la economía mexicana había registrado un déficit de 900 mil empleos, debido a que se había registrado un menor crecimiento económico que en años anteriores, así por ejemplo tenemos que en el sector primario (agricultura, ganadería y pesca) se registró una caída de 6.92 %.

Junto a ello, la importación de granos básicos ha crecido de manera acelerada en los últimos años, lo que le resta soberanía alimentaria al país, tal y como ha sucedido con el frijol, cuya importación en la última década (2000-2011), creció anualmente a una tasa de 43.8 %. En el caso del maíz, se registró un aumento en su importación del 24.3% anual.

Lo anterior ha repercutido en el precio de la canasta alimentaria; en los últimos seis años (2005-2011) los valores de las canastas alimentarias –urbana y rural– aumentaron 45 y 46,8%.

Mantener bajos salarios y una tasa de desempleo alta, solo hace que se incrementen los niveles de desempleo y de empleo informal.

En México, se estima que 40 de cada 100 son empleos informales, creciendo anualmente en un 8.3%, en tanto que el empleo formal solo aumentó en un 3,0%, según datos del INEGI para el 2011.

Ante esto, los partidos políticos y sus candidatos deben de centrar sus esfuerzos en elaborar propuestas concretas para hacerle frente a a tres cuestiones fundamentales, que ya no se puede seguir postergando su atención: desarrollo económico y social, pobreza intelectual, alimentaria y de ingresos, así como la desigualdad social.