jueves, 8 de octubre de 2009

ESCUELITAS PARTICULARES EN LA UAS




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EN ENTREDICHO LA CALIDAD EDUCATIVA EN DERECHO-UAS

Desvirtuada la modalidad semiescolarizada.

Funciona como negocio particular.

Con al menos 12 grupos de 65 alumnos, en promedio, --de dos a tres grupos por cada grado, de primero a quinto—, que pagan 2 mil 200 pesos semestrales, y dos generaciones de egresados, la modalidad semiescolarizada de la facultad de derecho de la UAS, ha crecido de manera significativa en los últimos años, sin embargo, su nivel de calidad está en entredicho.

Su operación está a cargo de una sola persona, no tiene estructura académica, la contratación del personal docente es excluyente y carece de criterios claros, el personal docente no recibe capacitación pedagógica para trabajar en programas semi presenciales, la producción de materiales didácticos no está reglamentada, las antologías no cumplen requisitos mínimos de calidad y el manejo de la información al respecto es discrecional.

No hay claridad en qué se gasta el dinero ni con base en qué se determina. Funciona como si fuera un negocio particular. El doctor José Luis Urías Morales estima que el proyecto original de la opción semiescolarizada se ha desvirtuado.

Originalmente se planteaba una selección rigurosa de los aspirantes, porque el modelo definía un tipo de alumnos, de preferencia que trabajaran, porque tienen otra perspectiva, más responsabilidad, pero ahora entra todo el que quiere, no hay cedazo.

Considera también que eso ha influido para relajar las normas de cumplimiento básicas en esa modalidad educativa. Los horarios originales eran los sábados de ocho de la mañana a seis de la tarde, pero por presión de los alumnos, se recortaron de ocho a tres de la tarde, por lo que se tuvo que ampliar de tres fines de semana por materia, a cinco fines de semana.

Urías Morales dice desconocer los criterios que se siguen para contratar a los maestros en esta modalidad, pues hay maestros de mucha calidad académica que no son invitados a participar. Si bien hay algunos muy buenos maestros trabajando en esta modalidad, hay muchos otros también de muy buena calidad que no están incluidos y nadie sabe porqué.

Advierte que la discrecionalidad en la contratación de profesores no permite que estén todos los que pudieran estar para lograr el mayor nivel académico en esta modalidad.

Asimismo, señala que inicialmente había un estímulo económico para quien preparara antologías y aunque era poco sí estimulaba la participación, pero ese estímulo desapareció y ahora se dan casos en que sólo se fotocopian partes de libros y sin un orden coherente, sin guía y hasta sin referencias y a veces hasta con las páginas mal acomodadas, lo cual también repercute en el nivel de calidad de esta modalidad.

Por otra parte, Urías admite que no hay un programa de capacitación para los maestros que son incorporados al trabajo en esta modalidad, a pesar de que la forma de trabajo semipresencial conlleva un modelo pedagógico y didáctico radicalmente distinto a la modalidad presencial.

En principio, por el tipo de alumnos que se integran a una y otra modalidad (con características y habilidades distintas) y luego por las competencias que debe tener el docente, ya que no es lo mismo, trabajar un semestre dando clases con sesiones de 50 minutos tres veces por semana, que conducir procesos de reflexión y autoaprendizaje en jornadas extensas de cuatro y cuatro horas en un solo días.

Las competencias que se requieren de los docentes en una y otra modalidad son significativamente distintas. Admite además el doctor Urías que la modalidad semiescolarizada es coordinada por una sola persona y que no hay un comité o consejo académico que regule toda la problemática de esta modalidad, de ahí que gran parte de los asuntos que pueden garantizar los buenos estándares de calidad académica están sueltos o no son atendidos.

No hay coordinación entre los maestros de las asignaturas ni vigilancia de los contenidos de los programas ni de la producción de materiales.

Resulta imposible que una sola persona pueda hacer todo eso, por lo que se limita a los asuntos administrativos de programación de maestros y cobros, pagos y reproducción de materiales en la fotocopiadora, dejando de lado asuntos tan importantes como la capacitación de los profesores y la revisión de contenidos de las antologías.

INCUMPLEN FUNCIONARIOS DE DERECHO-UAS CON LA LEY DE ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA. Sobre la modalidad semiescolarizada de la facultad de derecho se carece de información oficial ya que ésta no fue proporcionada a pesar de que se solicitó con base en la ley de acceso a la información pública, lo que ha empezado a poner en entredicho el cumplimento de esta ley de transparencia en la universidad, que es aplicable a todas las entidades que funcionan con recursos públicos como es el caso de la UAS.

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