miércoles, 23 de diciembre de 2009

IDEAS PRÁCTICAS





De la idea a la ACCIÓN...de la acción a la IDEA

Muchas son las ideas, que se quedan en eso, en simples ideas,  que jamás llevamos a la práctica, debido a diversas circunstancias y motivos. Así, estas ideas se nos van acumulando u olvidando, por lo que es necesario que revisemos esas notas viejas que tenemos empolvadas, esas fotografías o videos que tomamos en algún momento de nuestras vidas, para valorar su pertinencia y poder ejecutarlas o desecharlas si es preciso.

Es preciso, que hoy, pensemos que ese hoy, es el mejor día para empezar o reiniciar lo que dejamos inconcluso. Pero esta nueva empresa desde sus primeros momentos debemos iniciarlas con pasión, es decir poner en práctica nuestra capacidad de crear mediante nuestros talentos, por más escasos que estos sean.

Lo importante es no olvidar que al inicio de nuestras ideas, éstas son confusas, por lo que tenemos que esforzarnos en clarificarlas, de tal manera que esto sea el inicio de su concreción en la práctica.

Para motivar nuestra pensamiento innovador, debemos tomar en cuenta, antes que nada, el impulso creador, es decir, que cuando sintamos el deseo de ser creativos, no lo dejemos ir, aferrémonos a él como un naufrago se aferra al madero de ese destrozado navío en el que un día se hizo a la mar: podemos tomar notas, sin importar la hora o el lugar en el que surja la idea, esto es, ejecutarla inmediatamente.

Esa sensación de impulso y satisfacción de hacerlo en el momento en que se hizo es muy satisfactoria y productiva. Una vez que se han emprendido la primeras acciones para ejecutar nuestra idea, es recomendable establecer los tiempos y espacios para seguir con el proceso antes de que nuestras ideas se vuelvan humo, interiorizando esas nuevas acciones como recompensas interiores y adicionales que obtendremos al terminar todos los pendientes que se nos han ido acumulando con el tiempo perdido, con lo que tendremos tiempos y espacios específicos para generar nuevas ideas.

Es común, que a veces se nos dificulte ejecutar ideas propias en el mismo lugar donde trabajamos a diario, por lo que es necesario cambiar de escenarios y sentir que estamos haciendo algo diferente y más placentero.

También es necesario, pensar en nuestras propias ideas, por lo que debemos separar el trabajo rutinario que realizamos para otros, con el que realizamos para desarrollar con nuestras propias ideas.

Finalmente debemos  tener claro que todos tenemos dinámicas diferentes y no existe una fórmula ideal de cómo hacer las cosas, porque existen factores que nos afectan: entorno, cultura, incentivos, motivación, mentalidad, problemas personales, paradigmas sociales, mercado, etc., es decir, que a algunas personas les motiva competir a otros compartir, habrá quienes sientan satisfacción de dar y otros que les den.

Lo importante es que comprendamos cuáles son los factores que nos han impedido lograr lo que queremos y modificar nuestros hábitos para conseguirlo.

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