"candidato cochi de unidad"
MENTIRA, POLITICA Y VERDAD
La política es la mentira que permite conocer la verdad, por ello es necesario estar atentos a los destellos y apagones que se suceden de manera interminable en los entretelones de las elecciones, votaciones y propuestas de los políticos y de sus partidos.
Aunque cabe aclarar que hay sus honrosas excepciones, donde la política es la verdad que permite descubrir la mentira.
Entre los primeros circula un adagio popular que dice “ la política es el arte de comer mierda sin hacer gestos”; de estos políticos es de los que hay que cuidarse y estar atentos a los movimientos camaleónicos que realizan en aras de llegar, conservar o aumentar su poder político y en consecuencia su poder económico, sin importarles un ápice los intereses de la sociedad o los medios a utilizar con tan de alcanzar sus nefastos fines.
Ejemplos de ellos se cuentan hasta el infinito, tantos que casi no se puede distinguir a los verdaderos políticos, los que con su palabra y acción hacen de la política una actividad humana éticamente justa tendiente a obtener el poder, retenerlo o ejercitarlo con el fin lograr el bienestar de la sociedad.
En la actualidad, los patrones de conducta de los políticos que tenemos en México ( “cochis” diría mi tata) quedan dibujados al detalle con las “alianzas electorales” , que se suceden a todo lo ancho y largo de México entero, cosa de la que no se escapa nuestro estado de Sinaloa.
En estas alianzas no importan ideologías materialistas o idealistas, valores éticos o profesionales, historias de vida individuales o partidistas, proyectos de nación falsos o verdaderos; nada de eso importa, lo único verdaderamente importante en estas alianzas espurias son satisfacer sus apetitos insaciables de seguir comiendo la mayor cantidad de “mierda” posible, sin hacer el mínimo gesto de asco; por el contrario, compiten por dibujar la más falsa de las sonrisas, aquella que oculte la realidad de sus verdaderas intenciones, a saber: comer “mierda” sin hacer gestos.
Culiacán, Sinaloa a primavera de 2010
Antony Peper
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