jueves, 1 de julio de 2010

FABULA DEL ZOPILOTE NARIGON Y LA ZORRITA HERIDA


LA FABULA DEL ZOPILOTE NARIGON Y LA ZORRITA HERIDA


 Erase un aciago día de intenso calor, cuando un viejo y horrible zopilote de enorme y retorcida nariz, despertose con un hambre atroz, por lo que se dispuso a salir de sus confortables aposentos, desde donde dominaba todo lo que ocurría a su alrededor, sobre todo de aquella sima, desde la cual seguía ejerciendo su poder, y desde la cual, tomaba a cualquier deliciosa zorrita que se atravesase en su camino.

Al bajar, cual no sería su sorpresa… una enorme bandada de enormes zopilotes posaba sus lujuriosas y hambrientas miradas en un tres hermosas zorritas que gozosas retozaban en los fértiles valles de aquel hermoso, pero caluroso y violento lugar.

Desesperado, el viejo y horrible zopilote de enorme y retorcida nariz, miraba a uno y otro lado, esperanzado de que los demás zopilotes lo invitaran a la gran comilona que parecía estaba por llegar.

Sin embargo, pasaba el tiempo, y nadie lo invitaba, por lo que al bordo del colapso, saca de sus pestilentes y negras alas a una hermosa y maquillada quimera a la que ofrecía al borde del paroxismo a todo aquel zopilote que se cruzaba en su camino… sin embargo, pasaba el tiempo y todos los zopilotes deseñosos pasaban junto a él, sin dignarse a prestarle la mirada, pues ya muchos de ellos se habían enterado que éste zopilote no era de fiar.

Al ver que era muy difícil, poder atrapar a tres de las zorritas más suculentas, poco a poco se fue acercando a una de las zorritas y que parecía resultar presa fácil, sin embargo, al poco tiempo, se dio cuenta de que le era del todo imposible llegar hasta dónde estaba la zorrita herida.

A lo lejos, le decía palabras halagadoras para invitarla a pastar juntos la fresca hierba que crecía en los hermosos valles.

- Dime, por qué estás tan solita y sin dueño?. Acércate a mí, yo te cuidaré y te protegeré y gestionaré para ti los mejores pastizales.
- Aléjate de esos horribles zopilotes que seguramente querrán aprovecharse de ti ahora que te encuentras tan solita.
- Quien la quiere a ella?..., a ver …dígame quien, sí no yo.
- Baja a mi y podrás obtener mejores resultados, pues no estás para saberlo, ni yo para contártelo…, pero yo soy un zopilote de resultados.
- Cuenta conmigo y te podrás codear con las mejores zorras de la región y todos querrán acreditar y certificar tus tiernas y jugosas carnes.

De pronto la zorrita herida, reflexionó sí acaso era un buen consejo para ella, ya que otras zorras le había dicho que exite una natural enemistad y contrariedad que existe entre los zopilotes y las zorritas heridas, cosa que provocó que no creyera en las palabras zalameras del viejo y horrible zopilote de enorme y retorcida nariz.

- Tienes toda la razón -le respondió la zorrita herida.

- Lo haré con mucho gusto; pero cuando tú ya estés bien lejos de estos valles y mis votos no puedan ser tuyos.

Moraleja:

No escuches los consejos de quien sabes que es tu enemigo, aunque te prometa la luna y las estrellas en épocas de zorras flacas y heridas.

Culiacán Rosales, Sinaloa, verano de 2010

Antony Peper

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