sábado, 24 de marzo de 2012

DIA DE LA FAMILIA MEXICANA

FUENTE: TRABAJO SOCIAL EN RED

Les compartimos un interesante documento del Instituto Nacional de Estadística y Geografía que con motivo del Día Mundial de la Familia publicó en su portal el pasado 1º. de marzo de 2012.
  • Datos censales de 2010 indican que la mayor parte de los hogares son familiares (90.5%) y 97.3% de la población residente del país forma parte de éstos.
  • Del total de hogares familiares, siete de cada diez son nucleares y 28.1% son extensos.
  • En los hogares extensos, 62.7% convive la nuera, el yerno o los nietos del jefe del hogar, indistintamente de la convivencia de otros parientes.
  • El 77.7% de los hogares familiares tienen como jefe a un varón y 22.3% a una mujer.
  • En 45% de los hogares familiares sólo un integrante se inserta en el mercado laboral (población ocupada), en 31.3% de los casos son dos integrantes quienes cumplen con esta condición y en 15% son tres los que laboran, en 8.6% ninguno de sus integrantes forma parte de la población ocupada.
Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado; es el grupo social básico en que la mayoría de la población se organiza para satisfacer sus necesidades y en el cual los individuos construyen una identidad por medio de la transmisión y actualización de los patrones de socialización.

Los cambios demográficos, económicos, sociales y culturales ocurridos en México durante las últimas décadas, han influido en la evolución y composición de las familias, lo que invita a reflexionar sobre su situación actual, identificando problemáticas que deben ser atendidas mediante servicios y políticas públicas encaminadas a garantizar el bienestar de sus integrantes. En 2006 se decretó el primer domingo de marzo como “Día Nacional de la Familia”, para conmemorarlo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presenta una breve caracterización de las familias en nuestro país.

COMPOSICIÓN DE LOS HOGARES


Tradicionalmente se ha utilizado el concepto de hogar como aproximación de familia, ya que por cuestiones operativas los ejercicios para la generación de información estadística básica (censos, conteos y encuestas) utilizan el hogar como unidad de recolección y análisis de datos; no obstante, este concepto también ha evolucionado, en el levantamiento censal de 2010 surgió el término de hogar censal que difiere de la definición utilizada tradicionalmente en otros eventos censales y encuestas en
hogares, pues se refiere al grupo de personas vinculadas o no por lazos de parentesco que residen habitualmente en la misma vivienda.

Si bien hogar no es sinónimo de familia, es posible aproximarse a la situación que acontece en el ámbito de la vida cotidiana de la familia, debido a que en los censos y encuestas se registra el vínculo que tiene cada uno de los miembros del hogar con el jefe (ya sea consanguíneo, conyugal, de afinidad, adopción o costumbre), y con ello distinguir los diversos arreglos residenciales.

En México, la mayor parte de los hogares son familiares (90.5%) y 97.3% de la población residente del país forma parte de estos hogares. La proporción de los hogares no familiares es de 9.3% y la conforman los hogares unipersonales o grupos de personas que no tienen parentesco con el jefe del hogar (hogares corresidentes). Los hogares familiares encuentran su fundamento en las relaciones de parentesco que existen entre sus miembros, hay casos donde el jefe convive sólo con sus hijos (hogar monoparental), o bien, convive con sus hijos y su cónyuge (biparental), en conjunto, a estos hogares se les denomina nucleares y representan 70.9% del total de los hogares familiares. Otra situación se da cuando a los hogares nucleares se incorpora la residencia de otros parientes (hogar ampliado) o de personas que no tienen parentesco con el jefe del hogar (hogar compuesto), en suma, representan 28.1% de los hogares familiares.

Distribución porcentual de los hogares por tipo y clase, 2010

Nota: La suma en el tipo y clase de hogar puede ser menor a 100 debido al no especificado.
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.

Ante la creciente dificultad económica de iniciar o mantener constituida una familia, se observa un aumento paulatino en el número de hogares con estructura extensa (hogares ampliados y compuestos), en 1990 la proporción de hogares extensos representaba 20.7% del total de los hogares familiares, es decir, siete puntos porcentuales menos al observado en 2010. En este último año y de acuerdo con datos de la muestra censal, en 62.7% de los hogares extensos convive la nuera, el yerno o los nietos del jefe del hogar (sin importar la convivencia con otros parientes).

CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS DE LOS JEFES EN HOGARES FAMILIARES

Regularmente los miembros reconocen al jefe de un hogar por ser la persona más importante del grupo, es decir, aquella que está presente regularmente en el hogar y quien es además, la persona con mayor autoridad en la toma de decisiones o el principal soporte económico. En general, los hombres asumen la jefatura de su grupo doméstico una vez que se unen conyugalmente y forman su propia familia, conservando el estatus a lo largo del tiempo; por el contrario, las mujeres comúnmente sólo son reconocidas como la autoridad del grupo cuando no tienen cónyuge, debido a una separación, divorcio o viudez, lo cual ocurre con mayor frecuencia en edades avanzadas.

En 2010, del total de los hogares familiares, 77.7% tienen como jefe a un varón y 22.3% a una mujer. La estructura por edad de los jefes en hogares familiares muestra que los hombres son más jóvenes que las mujeres: en los primeros, 64.3% tienen de 12 a 49 años de edad mientras que en las jefas esta proporción es de 52.9 por ciento; en general, la edad promedio de los hombres que dirigen un hogar familiar es cuatro años menor que las mujeres que asumen esta misma condición.

La situación conyugal confirma que ser jefa de hogar se asocia con una disolución de la unión y con una ausencia del cónyuge. Tres de cada diez (28%) mujeres que dirigen un hogar familiar son viudas, una proporción similar (29.2%) están separadas o divorciadas; sólo en 28.7% la jefa se encuentra unida (casada o en unión libre) y de éstas, en 31.4% de los casos, el cónyuge no reside en el hogar, en general, hay ausencia del cónyuge en 78.4% de los hogares familiares con jefatura femenina. En cambio, la proporción de hombres que dirigen un hogar familiar y que actualmente están unidos es alta (94.4%), sólo 3.6% están separados, divorciados o viudos y 1.9% se mantiene soltero.

Distribución porcentual de los jefes de hogares familiares por situación conyugal según sexo, 2010
Nota: La suma en la situación conyugal es menor a 100 debido al no especificado.
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.









La mayor presencia femenina en el mercado laboral responde a una necesidad en la generación de ingresos con la cual contribuyen a sostener el nivel de vida de sus familias; datos censales de 2010 indican que la participación económica de las jefas que dirigen un hogar familiar es del 49.7% y se acentúa en las edades de 30 a 49 años donde la tasa supera 66 por ciento; en los hombres la tasa de participación económica aumenta a 88.4% y se acentúa en un rango mayor de edad (15 a 54 años) con tasas que superan 90 por ciento.

En México una significativa proporción de los adultos mayores permanecen en alguna actividad económica, lo que puede obedecer a una decisión voluntaria vinculada con el deseo de seguir realizándose como personas, aunque también puede estar sujeta a la necesidad de un ingreso suficiente, dada la falta de prestaciones sociales o lo reducido de los montos de las jubilaciones y pensiones. La tasa de participación económica de los jefes de 60 años y más que dirigen un hogar familiar es de 43.4 por ciento; en los hombres esta condición es mayor (55%) que en las mujeres (16.1por ciento).

Tasa de participación económica de los jefes de hogares familiares por grupos de edad según sexo, 2010
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.












La organización de las tareas entre los integrantes de la familia se asocia con el rol que es asignado dentro del grupo, la realización de la mayor parte de las tareas relacionadas con el mantenimiento cotidiano de la vivienda (también conocidas como tareas del hogar), así como el cuidado de niños y enfermos recaen directamente en las mujeres, principalmente por razones socioculturales, por lo general son ellas las que combinan en mayores proporciones el trabajo doméstico con labores extradomésticas. La información que proporciona la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) 2009 señala que las jefas dedican en promedio 9.3 horas a la semana a la limpieza de la vivienda y 22.9 horas al cuidado de los niños, mientras que los jefes destinan menor tiempo a estas tareas (3.5 y 11.8 horas, respectivamente).

Promedio de horas a la semana que los jefes del hogar dedican a las actividades cotidianas por tipo de actividad según sexo, 2009
Fuente: INEGI. Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2009. Base de datos.













POBLACIÓN EN HOGARES FAMILIARES

En las últimas décadas la sociedad mexicana ha experimentado transformaciones que influyen en la conformación de los arreglos familiares, las cuales tienen que ver con las tendencias observadas en la fecundidad, mortalidad y migración, así como con los cambios en los patrones de la nupcialidad asociadas principalmente con la postergación a la primera unión y la disolución de las uniones. Particularmente, los cambios en la fecundidad y la mortalidad han provocado un proceso de envejecimiento de la población que ha afectado la composición por edad de los integrantes del hogar, de forma tal, que pueden convivir varias generaciones.

Según datos del censo 2010, en 64.7% de los hogares familiares hay al menos un niño de 0 a 14 años, en 64.9% cohabita al menos un joven de 15 a 29, en 82.7% hay al menos un integrante de 30 a 59 años y en 24.5% al menos un adulto mayor de 60 años y más. El índice de dependencia nos da una aproximación de la cohabitación de diversas generaciones en el mismo hogar, en 20% de los hogares familiares no hay niños menores de 15 años ni población de 60 años y más, mientras que 4% no cuenta con personas en edad productiva (15 a 59 años) y en 76% confluye la cohabitación tanto de personas en edad productiva como de población dependiente (menores de 15 años y/o mayores de 59 años).

Un aspecto fundamental en la población infantil es su educación, se ha demostrado que los padres analfabetos tienden a tener menores expectativas y aspiraciones educacionales para sí mismos y sus hijos, en las familias de escasos recursos, es frecuente que se privilegie el trabajo antes que la educación, debido a su costo de oportunidad; la muestra censal de 2010 señala que en 1.8% de los hogares familiares existe al menos un niño de 8 a 14 años de edad que no tiene la aptitud de leer ni escribir, al revisar la situación de alfabetización de los jefes, se observa que en 28.5% de los casos el jefe es analfabeta; hay una proporción similar de hogares familiares donde existe al menos un joven de 15 a 29 años que no sabe leer ni escribir (1.8%), pero el porcentaje de jefes analfabetas en estos hogares aumenta a 43.8 por ciento. Por su parte, los resultados censales del cuestionario básico indican que en 6.5% de los hogares familiares donde hay niños de 6 a 14 años, al menos uno de ellos no asisten a la escuela, y si se considera la escolaridad del jefe del hogar entonces la proporción aumenta a 16.4% cuando éste no tiene instrucción.

Porcentaje de hogares familiares con niños de 6 a 14 años donde al menos uno de ellos no asiste a la escuela según escolaridad del jefe del hogar, 2010

Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.









La familia debe garantizar los satisfactores básicos para que sus integrantes gocen de una buena calidad de vida, en lo que se refiere a la alimentación, es evidente que representa un elemento básico para el desarrollo de un individuo y al respecto, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su Artículo 4° establece que “toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará”. La información del cuestionario ampliado del censo 2010 reporta que en 3.4% de los hogares familiares, en los tres meses previos a la entrevista, al menos una vez un integrante se quedó sin comer por falta de recursos económicos.

Es frecuente que los integrantes que se insertan en el mercado laboral aporten la totalidad o una parte de sus ingresos para que los miembros del hogar en su conjunto mantengan o mejoren su calidad de vida. Los datos censales de 2010 indican que en 45% de los hogares familiares sólo un integrante se inserta en el mercado laboral (población ocupada), en 31.3% son dos los que cumplen con esta condición y en 15% son tres los que se insertan en el mercado laboral, sólo en 8.6% ninguno de sus integrantes forma parte de la población ocupada. La proporción de hogares familiares con jefatura masculina que cuenta con dos o más de sus integrantes laborando (47.3%) es mayor que en los hogares con jefatura femenina (42.9 por ciento).

Distribución porcentual de los hogares familiares por número de integrantes ocupados de 12 años y más según sexo del jefe, 2010
Nota: La suma es menor a 100 debido al no especificado.
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.







La cohabitación de una persona de 60 años y más en los hogares extensos genera un contexto de apoyo en el cuidado de los niños o en la realización de quehaceres domésticos que faciliten la actividad laboral de otros integrantes; en los hogares nucleares, el rol del adulto mayor es distinto y puede seguir siendo el proveedor en el que se sustenta la economía del hogar. Ello no quiere decir que no existan adultos mayores en hogares extensos que trabajen o formen parte de un hogar nuclear y proporcionen un apoyo a sus redes familiares mediante el cuidado de los niños. Con datos censales de 2010 se puede corroborar que la población económicamente activa es más alta en los adultos mayores que forman parte de un hogar nuclear (34.8%) que aquellos que forman parte de un hogar extenso (28.4%); en ambos tipos de hogar se observa una alta proporción de población económicamente no activa de 60 años y más que realiza quehaceres domésticos, aunque es ligeramente mayor en los hogares extensos, en los nucleares hay una mayor presencia de jubilados o pensionados.

Distribución porcentual de la población no económicamente activa de 60 años y más en hogares familiares por tipo de actividad no económica según clase de hogar, 2009
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos.
















CARACTERÍSTICAS DE LAS VIVIENDAS

Las características de las viviendas también permiten evaluar algunas condiciones relacionadas con el bienestar de sus ocupantes; la Organización Panamericana de la Salud menciona que la situación de precariedad e insalubridad de la vivienda, afecta la salud física, mental y social de las personas, especialmente de los niños y ancianos, que constituyen la población más vulnerable. La información del censo 2010 señala que del total de viviendas en donde los ocupantes se conforman como hogar familiar, 88.3% cuenta con agua potable en el ámbito de la vivienda, 90.5% tiene drenaje y el tipo que prevalece es el que está conectado a la red pública 79.6%, seguido de fosa séptica (18.4%), mientras que aproximadamente 2% tiene tuberías que descargan a barrancas, grietas, ríos, lagos o al mar. Por su parte, la cobertura en los servicios de electricidad es casi universal (98.1%) y también es alta la proporción de las que cuentan con excusado (95.8%), de estas últimas la gran mayoría tienen descarga directa de agua (67.6%), una cuarta parte (25%) aún le echan agua con una cubeta y en 6.8% de los casos no se le puede echar agua al excusado.

Otro aspecto de interés es el material predominante en los pisos de las viviendas, destaca que seis de cada cien tienen piso de tierra, información de relevancia debido a la asociación que esta situación guarda con el riesgo de contraer enfermedades de tipo infeccioso. Por otra parte, los datos de la muestra censal indican que en una de cada siete viviendas (14.4%) se cocina con leña o carbón, aspecto que se vincula con enfermedades respiratorias.

Porcentaje de viviendas donde los ocupantes se conforman como hogar familiar por servicios en la vivienda, 2010

Nota: Se refiere al total de viviendas particulares, excluye locales no construidos para habitación, viviendas móviles, refugios y la estimación de 448 195 viviendas sin información de ocupantes.
1 El agua entubada en el ámbito de la vivienda corresponde al agua entubada dentro de la vivienda y fuera de ésta pero dentro del terreno.
2 Incluye las viviendas que tienen servicio de la red pública así como fosa séptica.
Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Base de datos.



AVISO DEL INEGI
Con esta información, el INEGI brinda indicadores para el conocimiento de la situación de la familia en el ámbito nacional.

Consulte este documento en el sitio del INEGI www.inegi.org.mx, en la Sala de Prensa:
Si requiere información por entidad federativa consulte nuestro sitio, acuda a los centros de información o comuníquese vía telefónica o por correo electrónico.

Bibliografía:
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (INEGI).
Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario básico. Consulta interactiva de datos. México, INEGI, 2011.
_____ Censo de Población y Vivienda 2010. Cuestionario ampliado. Base de datos. México, INEGI, 2011.
_____ Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2009. Base de datos. México, INEGI, 2010.
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