LA ACREDITACION EDUCATIVA… UN NEGOCIO LUCRATIVO Y EN EXPANSIÓN PRODUCTO DE LA GLOBALIZACIÓN CAPITALISTA
El Sistema de acreditación que se viene conformando en nuestro país a raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio ( TLC), conformado en tres vertientes: acreditación de las instituciones de educación superior (IES), de sus programas educativos (PE) y de las profesiones en particular, ha generado una avalancha mercantil, donde unos pretenden ser reconocidos como instituciones de calidad (las IES) y otros procuran convertirse en los organismos sociales y privados garantes de otorgar reconocimiento y validez de los estudios realizados en aquellas ( Comités Evaluadores).
Lo anterior, permite vislumbrar que en el corto y mediano plazo, el sistema de acreditación operará a través de agencias privadas, con lo que la acreditación se convertirá en un negocio redondo, tanto para los que demandan ser acreditados, como para los que ofrecen otorgar los diplomas de reconocimiento de la calidad educativa.
Estas agencias privadas entrarán en competencia, por lo que como en todo negocio, competirán por sus clientes, así como las universidades pagan a los organismos evaluadores externos encargados de acreditarlos y certificarlos.
En este mismo negocio, entran las autoridades educativas del país, legislando y estableciendo instancias gubernamentales creadas ex profeso.
Como es un nicho de mercado nuevo y globalizado, la competencia se tornará feroz y encarnizada en el corto y mediano plazo, ´pues serán muchos los interesados en explotar este nuevo campo en la prestación de los servicios profesionales.
En este negocio, entrarán, como ya han entrado en otros países latinos los rectores de las universidades y las autoridades del país. Tal es el caso de Chile con la agencia Akredita, donde varios los rectores de universidades y diputados de ese país están al frente de dicha agencia, por lo que ellos deciden qué universidades y carreras cumplen con los requisitos establecidos para entrar en el grupo de los mejores. Lo mismo sucede en Paraguay, Argentina y en México.
Lo anterior, significa, que tendrá plena vigencia la frase “ yo pago y usted me acredita”, redondeando aún más el negocio, sí mejoro la frase con un “nosotros nos pagamos… nosotros nos acreditamos”; ya dependerá del cliente el que elija a la agencia con la que acudirá por su “papelito” de acreditación o certificación, según sea el caso o el par acreditador que convenga a sus intereses mercantiles de oferta, demanda, precio, “marca” o prestigio..
No hay comentarios.:
Publicar un comentario