domingo, 7 de noviembre de 2010

DIGAMOS SÍ A LOS PROBLEMAS DE LA VIDA




DIGAMOS SÍ A LOS PROBLEMAS DE LA VIDA


Cuando sintamos que la adversidad nos golpea de frente
y creamos que nuestra barca se hundirá en lo más profundo del mar enbravecido
sin saber que que rumbo tomar


Pensemos que es en las más fuertes tormentas de la vida
cuando realmente debemos saber encontrar nuestras verdaderas fortalezas.


Debemos alegrarnos cuando por algún tiempo
tengamos muchos problemas y enormes dificultades
porque eso demostrará que por medio de nustra fe
sabremos salir adelante de toda adversidad.


Si nuestra fe pasa la prueba, entonces habremos triunfado
saaliendo fortalecidos para enfrentar
los nuevos retos que nos presentará la vida en el futuro.


Vivamos la vida con alegría
tengamos confianza en nuestras fortalezas
y las dificultados tomémoslas como áreas de oportunidad
Creamos en nosotros mismos
y esa confianza nos hará más fuertes cada día.

Debemos recordar que por más fuertes que sean las tormentas,
siempre serán pasajeras y nunca durarán para siempre.


Tal vez en este momento
estemos pasando por un cielo cubierno de negros nubarrones
pero tengamos fe de que algún día saldrá de nuevo el sol.


Vivamos con fe y alegría nuestra vida,
que todo mundo se de cuenta
de que mostramos lo mejor de nosotros mismos
que somos agradecidos con la vida y con nuestros semejantes.


Pidamos ayuda cuando la necesitemos
y demos la nuestra a quien la necesite
Así viviremos en paz, en esa paz que tanto necesitamos.


Vivamos en la fe de que los problemas nos hacen fuertes sí los enfrentamos confiados en que saldremos triunfantes y fortalecidos.


No le pongamos una coraza a nuestro corazón y a nuestro entendimiento
por las buenas o malas acciones de nuestros semejantes.


Qué las dificultades no nos quiten el ánimo
Ocupémonos de los problemas sin perder la calma.


Sí un problema nos acecha
démosle la cara, no nos dejemos caer para que nos destruya.


Sí el problema nos hace flaquear y caemos… no nos detengamos…
levantémosnos y sigamos luchando


Sí el problema nos sigue
y la tormenta nos acosa con sus grandes nubarrones
que nuestro ánimo no nos abandone.


Cuando sintamos que nos hundimos en lo más negro de los abismos
confiemos en Dios, que el nos dará su propia paz.


Vivamos sin miedos y con alegría los problemas que nos da la vida misma
y confiemos en que tarde o temprano
la luz despejará las tinieblas de nuestras vidas.


Llegando así felizmente al final de nuestro camino.


Antony Peper
Culiacán, Sinaloa, Invierno de 2010

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